dilluns, 13 d’octubre del 2025

VIVIR LA UNIVERSIDAD


Soy docente de la Facultad de Artes. 

Inicié mi vinculación con la Universidad Nacional de Colombia en el año 2005 como docente especial para diseñar un programa curricular en museología a nivel de posgrado, la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio (MMGP). 

Desde el 2012 me desempeño como profesor universitario de planta, después de ganar un concurso, en pregrado y posgrado dictando cursos relacionados con la conformación histórica de los museos y el patrimonio cultural. 

Aunque sé que no es fácil ser profesor, posiblemente como muchos de mis colegas, me siento especialmente afortunado y orgulloso de ser profesor en la Universidad Nacional de Colombia. No obstante, este es un sentimiento contradictorio. Siento que la evolución durante las últimas décadas de las políticas públicas en el ámbito universitario ha generado unos incentivos perversos que están acabando, no solo con la reflexión y el pensamiento crítico, sino con el mismo sentido que cumple la Universidad en todos los niveles de la sociedad. 

A veces siento que el sistema de educación superior, en Colombia y en otras partes del mundo, ya no valora ni fomenta “un profesorado que prepare clases, envíe trabajos a sus estudiantes y los corrija, intente enseñar más allá de los cánones establecidos, imparta charlas fuera del ámbito académico sobre cuestiones que considere importantes para formar ciudadanos con ideas propias, colabore con asociaciones u organizaciones sociales, escriba en medios divulgativos para transmitir lo que hace, o se preocupe por influir en sus entornos más cercanos”.

Dentro de las crisis de sentido, la educación también se ha visto afectada. A lo mejor antes la docencia era algo esencial en la vida universitaria, pero parece que ha dejado de serlo. Posiblemente es por ello que compartir y transmitir conocimientos -en asignaturas propias o no-, con estudiantes de pregrado o posgrado, constituye siempre una vindicación de la función docente y la solidaridad entre docentes para hacer crecer la comunidad académica y creer en ella misma. Enseñar nunca dejará de ser un acto de confianza y coraje en una comunidad.




Vivir la docencia

Dentro de esta trayectoria, mi experiencia docente en la Facultad de Artes se relaciona principalmente con los siguientes ámbitos:

  • Las asignaturas de contexto en museos y patrimonio cultural.
  • La comunidad de la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio.
  • Las estrategias de divulgación y apropiación social del conocimiento académico.


Las asignaturas de contexto

Desde mi vinculación como profesor en la Universidad Nacional de Colombia, siempre he tratado de equilibrar mi dedicación docente entre el nivel de pregrado con el nivel del posgrado y, al mismo tiempo, abrir la mirada de las artes y del patrimonio cultural al conjunto de la comunidad universitaria porque, precisamente, el patrimonio cultural tiene la capacidad de conectar todas las áreas de conocimiento de la Universidad.

Este último ha sido parte de los propósitos de mis cursos de contexto: Tanto  “Museos, academia y sociedad” (creada el año 2012 y con código SIA 2026539) como “En el interregno de la ilustración y el romanticismo: los ecos de Frankenstein” (creada el 2018 con código SIA 2027941), y también, junto con el profesor Carlos Páramo, “Los sueños de la razón: Gabinete de monstruos y otras criaturas oscuras” (creada el 2021 con código SIA 2028900) sobre el mito de Drácula y el vampirismo, son asignaturas que se ofrecen para grupos grandes desde las Facultades de Artes y Ciencias Humanas que brindan, desde una perspectiva crítica, una aproximación a la conformación histórica del patrimonio cultural.


Estimular la imaginación

Vivimos la docencia disputando la atención de lxs estudiantes. Una atención entendida como "una trama, un entorno, un ecosistema del que formamos parte". Es por ello que, consciente que "el aula no es un espacio para transmitir el saber, sino para experimentar con la precariedad de los materiales, las temporalidades o los resultados y adaptar los contenidos a nuestras circunstancias" (Lafuente, 2022), en mis cursos de pregrado y posgrado, desde hace ya varios semestres, he intensificado diversas estrategias para estimular la imaginación de lxs estudiantes.

Dejando aparte el andamiaje burocrático que rodea cualquier administración, la Universidad también puede verse como un espacio de libertad y experimentación. El aula no debería ser pensada ni imaginada como otro ámbito de la escasez, sino como un espacio creativo, emergente e innovador. Desde mi punto de vista, la imaginación puede ser más importante que el conocimiento.

Y esta ha sido mi tarea en la Facultad de Artes. Es por ello que mis cursos de pregrado me han permitido a nivel pedagógico no sólo pensar, sino también probar e implementar, contextos de aprendizaje alternativos incluso por fuera de las aulas fomentando una educación, más allá de los contenidos, que esté basada en un aprendizaje transdisciplinar e híbrido a través del territorio.

Para ello, soporté mis dinámicas pedagógicas en un material que en los últimos años se ha posicionado como uno de los espacios -a nivel disciplinar- transversales por excelencia en los que se puede soportar gran parte de la educación del siglo XXI: el patrimonio cultural. 

Se trata de un espacio que permite despertar la apertura de la mirada de lxs estudiantes. Cada vez soy más consciente que las visitas que vengo implementando con mis estudiantes a museos (como el MAMU, el Museo de Historia Natural, el Museo Nacional de Colombia, entre otros) o espacios patrimoniales (como el Observatorio Astronómico Nacional de 1803, Ciudad Universitaria de Bogotá, o las ruinas del jardín zoológico en el Parque Nacional) son plenamente pertinentes para estimular aprendizajes significativos. 

Sin duda, el patrimonio cultural, junto con el paisaje y los juegos de estrategia, son herramientas pedagógicas que, más allá de los muros de las aulas, permiten conocer y apropiarse del territorio para transformarlo en un espacio de aprendizaje porque, al final, “en el espacio leemos el tiempo”. 




La comunidad de base de la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio (MMGP)

Desde mi vinculación con la Universidad Nacional de Colombia, en el año 2005, he formado parte del equipo humano y docente que, junto con la maestra Marta Combariza (STTL) y el profesor William López, hicieron posible la creación de la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio de la Facultad de Artes. Se trata del primer programa curricular a nivel de posgrado -y único hasta la fecha en Colombia- que permite la formación en el campo de la museología y gestión del Patrimonio.

Vinculado de forma contínua a su comunidad académica de base, he sido testimonio de cómo el programa curricular de la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio ha tratado, desde su creación y aprobación en el año 2008, de instalar la museología como disciplina en el ámbito académico nacional y, de forma simultánea, incidir en los procesos de diferenciación profesional y cualificación de los museos del país.

De esta forma, desde su puesta en marcha en el año 2008, he acompañado de forma contínua la implementación de la malla curricular del programa para lograr “una formación integral y holística en las teorías y prácticas contemporáneas desarrolladas por los museos y la museología, en el marco de la reconceptualización del patrimonio cultural que se ha presentado en las últimas décadas al nivel internacional, con el fin de preparar profesionales con capacidades para la dirección de museos e instituciones culturales, el registro y catalogación de colecciones, la investigación curatorial y el agenciamiento de acervos patrimoniales, la conceptualización, el diseño y realización de exposiciones y espacios expográficos, la construcción de programas educativos de museos con base en el desarrollo de estudios de públicos y audiencias, y la implementación de planes y proyectos enfocados a la apropiación de las tecnologías de la comunicación dentro de la administración cotidiana de las instituciones museales”. 

En la actualidad, las ocho (8) promociones -y más de cien (100) egresados del programa curricular- de la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio (MMGP) dan cuenta de la institucionalización académica de la museología en Colombia que, sin lugar a duda, ha contribuido a la conformación efectiva del campo museal en Colombia. 

En noviembre del 2022, mediante Resolución 1744/2022 de Decanatura de la Facultad de Artes, fui designado como Coordinador de la Maestría Interdisciplinar en Museología y Gestión del Patrimonio.

Fotografías de Yulieth M.V.



Las estrategias de divulgación y apropiación social del conocimiento académico: Las "Sesiones abiertas" de la Maestría en Museología

De forma especial, parte de mi contribución al despliegue de la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio (MMGP) de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia se relaciona con algunas de las estrategias para la divulgación y apropiación social del conocimiento en museos y gestión del patrimonio cultural que se impulsaron desde el inicio. 

En el 2008, desde el Sistema de Patrimonio y Museos (SPM) y la MMGP, conscientes de generar espacios de discusión sobre la museología y la profesionalización de museos en Colombia, abría sus clases a la comunidad en general a través de un programa que se denominaría "Sesiones abiertas de museología". Implementadas por el SPM, las “Sesiones abiertas” fueron un espacio en el que tratamos de establecer lazos de cooperación académica entre la academia y lxs operadorxs de museos a través de diversas conferencias, abiertas al público, que estaban a cargo de expertos en gestión del patrimonio cultural y museos. Buscábamos de igual forma generar a su vez una comunidad alrededor del programa curricular. 

En el 2023, con el mismo ánimo de establecer lazos de cooperación académica y social, la Maestría en Museología retoma desde el campus las “Sesiones abiertas de la Maestría”, de forma abierta a cualquier público, para presentar temas de museología a cargo de agentes en gestión del patrimonio cultural y museos. 

De esta manera, “Las sesiones abiertas de la Maestría en Museología” -junto con el programa radial “Museos en contexto”- conforman dos estrategias de divulgación y apropiación social del conocimiento que rodea un programa curricular de la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio (MMGP) para, de esta forma, seguir fortaleciendo el campo museal en Colombia.

dissabte, 4 d’octubre del 2025

VIVIR LO MUSEAL



Antes que mi praxis y acción museal “se pierdan en la oscuridad y en la distancia” (Shelley, 1818), espero tener la fuerza suficiente en los próximos años para seguir abriendo caminos que, desde las comunidades y los territorios, den cuentan de mi imaginación museográfica y mi experiencia museal en el tiempo que llevo viviendo en este país. 

Una imaginación museográfica y una experiencia museal que, siguiendo a Amador, podría definir como algo fundamentalmente práctico (que sirve al hacer sin ser utilitario), situado (que habla desde un lugar o experiencia concreta), colectivo (que se teje junto a otros en torno a problemas comunes), desafiante (que pretende no dejar al mundo ni a uno mismo igual que estaba) e implicado (que parte de preguntas que uno se hace sobre su propia vida). Una imaginación museográfica para seguir conspirando, como bien sabía Marta Combariza (STTL), desde la amistad y las ganas.

De esta forma, las palabras que siguen son como una “página doblá”. Una página que habla principalmente, pero no solo, de mi experiencia museal desde el momento, en el año 2001, que decidí trasladar mi vida a Colombia.

Como una especie de huellas, tratan de dar cuenta de una trayectoria de dos décadas que me permiten definirla como “productiva”, pero también "intensa" por la complejidad de situaciones, conciliaciones y experiencias vividas alrededor de una serie de actividades en torno a la docencia, investigación, extensión, gestión académico administrativa, etc. que se conectan y engarzan con mi pensamiento y praxis museal.


Derrotas y derroteros

Este blog me permite hacer una especie de balance, en clave colectiva, de mi experiencia museal para poder leer algunos de los logros -pero también de las “derrotas” vividas- para, de esta forma, elaborar e intuir potencias museales y, en el caso de las “derrotas”, convertirlos en “derroteros” que siempre, como sucede en las aulas, pueden compartirse con otros... En este sentido, en este blog se desentierran unas huellas y marcas de un pensamiento y una praxis. Huellas museales, museográficas, editoriales investigativas -así como también marcas relacionadas con la docencia- que se despliegan en las páginas que siguen a continuación son, como dijo el gran John Berger, “no solo lo que queda cuando algo ha desaparecido, sino que también pueden ser las marcas de un proyecto, de algo que va a revelarse”. 

Son huellas que hablan de como la museología se engarza con la vida y que, de alguna forma, dan cuenta de cómo, por medio de la investigación, la formación, el trabajo museal y el compromiso con las comunidades, aporté todo lo que pude a este país en la coexistencia pacífica y en común en múltiples espacios y por distintos medios. 

Este compromiso social e histórico lo desarrollé de forma constante,  y casi extenuante, a través de un esfuerzo por pensar y hacer posible cursos y programas curriculares en gestión de museos y patrimonio cultural; mediante algunas aportaciones y reflexiones museológicas; también a través de implementaciones museográficas en gran parte de la geografía; con praxis curatoriales soportadas en la gobernanza;  y, especialmente,  con estrategias pedagógicas llevadas a cabo en territorios lejanos y con comunidades muy diversas -algunas históricamente discriminadas, como son los campesinos, indígenas y la gente negra- que viven en los territorios de Colombia. 

Es por ello que, desde el pensamiento y la acción museal que he desarrollado en los últimos veinte años, considero que he contribuido de forma efectiva -con mi esfuerzo, compromiso y dedicación constante- a la profesionalización de la museología y, especialmente, a la conformación del campo -y tejido- museológico colombiano.

dilluns, 29 de setembre del 2025

dilluns, 22 de setembre del 2025

LAS MÁQUINAS CUENTAN


Por medio de recorridos, prácticas y charlas sobre experiencias museológicas en la Universidad Politécnica de Valencia, Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, Radio Televisión Nacional de Colombia, el Museo Nacional de Telecomunicaciones y la Universidad Nacional de Colombia, "Las máquinas cuentan..." invita, como curso de Extensión, a conocer una rama poco conocida de los estudios patrimoniales, que no está centrada en los archivos de películas y grabaciones magnéticas, sino en la conservación y restauración de  dispositivos y procesos industriales que hicieron posible  la creación de estas obras y contenidos.

Diseñado en conjunto con la Escuela de Cine de la Facultad de Artes, el curso fue pensado como un piloto de la "Escuela Museológica de Colombia" que lidera la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio (MMGP). Dirigido a profesionales que trabajan en museos, archivos, canales de TV, universidades o simplemente a coleccionistas quienes sienten curiosidad por conservar, investigar y valorar la  cultura material en general. En este sentido, “Las máquinas cuentan: curso de sensibilización sobre el valor del patrimonio industrial y tecnológico en el audiovisual” es una propuesta pertinente tanto académica como patrimonial y socialmente en tanto que explora una dimensión del patrimonio industrial no suficientemente atendida en Colombia.


Acopio, conservación, sensibilización y divulgación del patrimonio tecnológico

A nivel académico, “Las máquinas cuentan…” De alguna manera, la realización del curso constituye no solo un reconocimiento a la labor de acopio, conservación, sensibilización y divulgación del valor del valor, aún relativamente desconocido, patrimonio industrial del audiovisual. En este sentido, es importante destacar que la propuesta, más allá de los estudios tradicionales del campo de la museología y memoria que, en torno a el cine y la televisión -y que se han enfocado en los contenidos (películas, emisiones y grabaciones)-, brinda una especial atención en los dispositivos técnicos que hicieron posible esos contenidos. Aunque las tecnologías del cine, la televisión y el sonido son reconocidas como Patrimonio Tecnológico, estas han sido poco atendidas y aún no se ha integrado completamente a los estudios sobre Patrimonio Industrial como una categoría institucionalmente reconocida. 

A nivel patrimonial, Las máquinas cuentan…” constituye un ejercicio de articulación en múltiples niveles. En primer lugar, entre docentes de la Facultad de Artes (Escuela de Cine y Televisión e Instituto de Investigaciones Estéticas). Por otro lado, el curso propicia una articulación entre docentes de la Universidad Nacional de Colombia y docentes de la Universitat Politécnica de Valencia. Finalmente, busca una mayor y mejor articulación interinstitucional con diversas instancias que, en Colombia, están a cargo del patrimonio industrial del audiovisual (como RTVC, Patrimonio Fílmico Colombiano, Museo Nacional de Telecomunicaciones, etc.). De esta forma, la preparación e implementación del curso constituye una oportunidad para fomentar alianzas entre museos de ciencia y tecnología, archivos de imagen y sonido, universidades con programas de cine o comunicación y canales públicos o privados que posean archivos técnicos.


Un legado patrimonial, cuidadosamente recuperado, en la Facultad de Artes

A nivel patrimonial, el curso “Las máquinas cuentan…” es una propuesta que incide en un legado prácticamente desconocido dentro de la misma Universidad Nacional de Colombia. Un legado asociado a la labor docente de lxs docentes y estudiantes de la Escuela de Cine y Televisión que existe gracias a la persistencia de docentes de la Escuela como Mauricio Piñeros y Juan Guillermo Buenaventura (STTP, 1955-2024), la conformación de colecciones patrimoniales como el Centro de Equipos Patrimoniales y el Laboratorio Audiovisual de la Escuela de Cine y Televisión de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia.

A nivel social, “Las máquinas cuentan…” pretende propiciar una mayor sensibilización y apropiación del patrimonio industrial audiovisual no solo de las personas que trabajan en museos, archivos, canales de TV, universidades, sino también a personas diletantes y coleccionistas que sienten curiosidad por conservar, investigar y valorar la cultura material asociada al patrimonio industrial del audiovisual (cámaras fotográficas, cintas magnetofónicas, etc.). De esta manera, el curso destaca los acervos vinculados a las tecnologías del cine, la televisión y el sonido, reconociendo tanto sus dimensiones materiales como inmateriales, y comprendiendo su importancia en la memoria del trabajo y la producción audiovisual.

A nivel pedagógico, “Las máquinas cuentan…” combina sesiones teóricas, con ejercicios prácticos y visitas a equipamientos museales que están a cargo del patrimonio industrial y tecnológico del audiovisual. En este sentido, como se destaca en la propuesta, or medio de recorridos, prácticas y charlas sobre  experiencias museológicas en la Universidad Politécnica de Valencia, la Radio Televisión Nacional de Colombia y la Universidad Nacional, este curso invita a conocer una rama poco conocida de los estudios patrimoniales, que no está centrada en los archivos de películas y grabaciones magnéticas, sino en la conservación y restauración de dispositivos y procesos industriales que hicieron posible  la creación de estas obras y contenidos.

El curso está a cargo de los docentes Mauricio Piñeros, de la Escuela de Cine y Televisión, y Edmon Castell, de la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio, de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia.


dilluns, 4 d’agost del 2025

PLIEGUES











Doblez, torcedura, surco, plegado...

«Pliegue» es una palabra que no es sencilla de definir con otras palabras, sin gestos: Doblez, torcedura, surco, plegado, arruga… O incluso el efecto producido en la corteza terrestre por el movimiento conjunto de rocas sometidas a una presión lateral; son algunos de los sinónimos que conectan con el sustantivo de «pliegue» y la acción de «plegar». Palabras que también solían emplearse en un sentido moral y metafórico: «los pliegues de la conciencia», «la duda es un pliegue del entendimiento», «hay amores que son pliegues del corazón»... 

Pero los pliegues pueden ser algo más que una figura retórica, efecto, gesto o incluso deseo. Los pliegues también sirven para explorar y pensar. Como anotaba la antropóloga Rita Segato (2019), es necesario «indagar fuera de las polaridades acostumbradas, por el lado de atrás, en el reverso de las opciones que nos presenta la política de Estado, que son alternativas bajo el rayo del sol. Pero la luz del día no sólo muestra sino que también oculta cosas: esas vidas que se desarrollan en los pliegues de la tierra como la única forma de sobrevivir en un mundo totalizado por el proyecto histórico del capital y del desarrollo. Lo que sabemos, por lo que nos han enseñado los pueblos, es que los afectos y las sensibilidades se desarrollan mucho mejor en esos pliegues»


Pliegues del pensamiento y acción museal

«Pliegues del pensamiento y acción museal» forma una parte de un programa editorial de la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio que trata de mostrar las huellas que va dejando, en los territorios y en las comunidades, un programa curricular en museología y gestión del patrimonio cultural que nació en el 2007. Huellas que, como dijo el gran John Berger (1926-2017), “no son sólo lo que queda cuando algo ha desaparecido, sino que también pueden ser las marcas de un proyecto, de algo que va a revelarse”.

En estos tiempos vorágine que vivimos, «Pliegues» es también un compromiso que asume la comunidad académica de la Maestría en Museología para rodearse, respirar, seguir y sobrevivir entre los pliegues y las ruinas que nos rodean.

Respirar entre «Pliegues» es también una forma de “conspirar”, ese acto de “respirar juntos”, que nos transporta a inspiraciones y conspiraciones como la que, hace ya 18 años, llevaron a tres docentes de la Facultad de Artes a impulsar de forma decidida el que sería el primer programa curricular, a nivel de posgrado, de formación en museología en el país. Una conciencia anticipatoria que elaboraron conspirando en común Marta, William y Edmon. Un deseo posible que se convirtió, poco tiempo después -en el año 2007-, en un “sueño compartido” con la apertura de la primera promoción de estudiantes de la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio. 


Desde la amistad y las ganas
Igual que hace ya casi dieciocho años, «Pliegues» es otra “conspiración” y sueño posible que ha sido deseado, pensado e incluso masticado en la sombra para dar luz y hacer crecer el espacio -académico y museal- que rodea a la Maestría en Museología de la Facultad de Artes. 

Un tipo de conspiración que nos remite a una zona de sombra -porque siempre “se conspira en las sombras”-, a otra lógica del espacio público, a otra eficacia pedagógica y política..., que, como nos recuerda el filósofo Amador, nos hace pensar: “¿Y cuáles son las sombras en las que la conspiración puede prosperar? Son justamente las intensidades, las vitalidades. Las intensidades de los cuerpos, de las palabras cuando prolongan los cuerpos, de las formas de vida, de los mundos que habitamos y amamos. Solo esas intensidades pueden desafiar la virtualización del mundo. Conspirar es hacer desde la amistad y las ganas. Las ganas -cómo activarlas, cuidarlas, recuperarlas- es hoy un problema político mayor”*. 

Precisamente por todo ello, dedicamos este primer número de «Pliegues» a nuestra amiga y colega Marta Combariza (1955-2022), porque no solo nos enseñó a celebrar cada día la vida y a vernos como una fuerza vulnerable, sino también y, especialmente, porque como bien sabía ella, conspirar es hacer desde la amistad y las ganas.

PENSAR ARCHIPIÉLAGO











Entre febrero y marzo, tuvo lugar el seminario de la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio (MMGP) denominado “Pensar archipiélago, para desplazar el centro” que abordó como el “giro espacial” en las humanidades y las artes ha contribuido a teorizaciones sensibles, entre otros aspectos, a la especificidad de los lugares.


El "archipiélago" como figura del pensamiento museal

La geografía nutre de metáforas a museólogxs en la búsqueda de nuevos imaginarios y nuevas formas de gestión del patrimonio cultural más horizontales y descentralizadas. 

Una de las figuras y metáforas espaciales que se desprenden de este pensamiento geoestético es precisamente la de “archipiélago”. Una figura del pensamiento que, a nivel museal, permite inferir configuraciones espaciales que desplazan el centro y se abren a la multiplicidad.

En conjunto con el Museo Nacional de Colombia, el seminario “Pensar archipiélago, para desplazar el centro” exploró la imaginación museológica a partir de la metáfora geográfica de “archipiélago” y se pregunta por las propias condiciones epistemológicas de la museología latinoamericana y del Caribe desde los efectos espacializantes, críticos y políticos que sobre ellas actúan –su locus de enunciación–, como nos propone Édouard Glissant: pensar la relación que surge del lugar.

El seminario “Pensar archipiélago” se desarrolló desde distintos campos disciplinares, que buscan interpretar los tropos y sentidos figurados de “archipiélago” desde la museología, la antropología, la geografía, la filosofía, etc.

Algunos de los invitados de este seminario fueron: Rodrigo Torrejano, Amalia Boyer, María Rojas, Liliana Angulo, Aurelio Horta, Carolina Quintero, William López, Javier Ortiz Cassiani, Ana María Sánchez, Pilar Santamaría, David Gutiérrez, Adriana Salazar y Roberto Almanza, entre otros.

Paula Torrado y Edmon Castell, coordinadores del seminario “Pensar archipiélago”. 2024





MUSEU DEL VENT, 22 ANYS DESPRÉS














Armand Castell, al camp de concentració d'Argelers. Crédits: Autor desconegut. 1940.

El Museu del Vent, un museu per copsar el vent. El vent com a fenomen meteorològic i el vent com a cultura. Un museu per entendre el vent de les Terres de l'Ebre i els vents del món... I més enllà, per parlar de la llibertat i el "moviment real que aboleix l'estat de coses present". 

És per això que el Museu del Vent, des del moment en què es va crear ara fa més de vint anys, està pensat a la gent-en-moviment, gent migrant, gent per a qui els llocs sempre estan en construcció.


Orígens d’un museu

El Museu del Vent va obrir portes el 2003, però els seus orígens venen de més endarrere en el temps i es vinculen, indirectament, amb els esforços de museïtzació de la batalla de l’Ebre iniciats a finals dels anys ’90.

A diferència d’altres centres d’interpretació de l’energia eòlica creats recentment, el Museu del Vent no va ser fundat ni va comptar mai amb patrocini de cap administració o de cap empresa de producció d’electricitat. Just al contrari, el Museu del Vent es va formar en el context de les lluites contra la instal·lació indiscriminada de centrals eòliques. 

En aquells moments, davant de processos especulatius com els protagonitzats per la implantació massiva d’aerogeneradors al sud de Catalunya, era necessari apostar d’una manera decidida per la preservació de la totalitat dels espais històrics de la batalla de l’Ebre. En aquest sentit, el Museu del Vent va ser una de les respostes de la societat civil de les Terres de l’Ebre enfront l’”economia del vent” que impulsaven empreses eòliques i l’administració catalana a finals dels anys ‘90.


La cultura del vent

D’alguna manera, el Museu del Vent va ser l’aposta i el resultat d’un llarg procés iniciat per la societat civil per defensar la «cultura del vent» i contribuir a fer compatible l’energia eòlica amb la preservació dels valors ambientals i històrics del paisatge.

Com pocs altres, aquest procés il·lustra el trànsit d’una «identitat de resistència» a una «identitat de projecte». Una situació que es dóna, com explicava el sociòleg Manuel Castells, quan “els actors socials, tot basant-se en els materials culturals de què disposen, construeixen una nova identitat que redefineix la seva posició a la societat i, en fer-ho, cerquen la transformació de l’estructura social tota sencera”.


Un equipament de l’antifranquisme

De manera indirecta, aquesta dinàmica relativament turbulenta va fer del Museu del Vent un equipament de l’antifranquisme a les Terres de l’Ebre.

Mentre les institucions museològiques i culturals d’aquell moment van girar el cap a un altre costat per no veure les agressions contra el paisatge la proliferació de centrals eòliques, la societat civil del sud de Catalunya s’organitzava activament per fer front a aquesta amenaça que pesava com una llosa sobre molts llocs històrics de la batalla de l’Ebre, com les serres de Cavalls i Pàndols.

En resum, el Museu del Vent és una mostra de construcció democràtica d’història. No només els museòlegs es van implicar en aquest procés dialògic i constructiu que s’ha concretat en equipaments com el del Museu del Vent. Comptant amb la força de la gent, un equip obert format per geògrafs, historiadors, enginyers, etc. ha contribuït a fer comprensible el passat a través del paisatge.

De tot aquest procés inacabat, els museòlegs, com a mediadors del patrimoni cultural, han adquirit consciencia que, recuperar els llocs de la memòria democràtica no és un procés “natural”, el resultat automàtic que s’aconsegueix només des de les càtedres, des dels arxius i ni tan sols des dels llibres. Fins instituir el Museu del Vent, fer visibles els espais de l’antifranquisme va exigir implicar-se activament en la lluita social i política per preservar i fer comprensible el paisatge. El Museu del Vent no deixava de ser més que un reconeixement cap els oficis i la gent que fan present la història, en construcció constant en el sentit del malaguanyat Marc Bloch, en les nostres vides.


Un museu interdisciplinar i social

El Museu del Vent explorava un nou concepte de museu interdisciplinar, a mig camí entre història, antropologia i geografia, que presta una especial atenció a la totalitat de les interaccions que les persones estableixen amb els entorns que habiten i que es concreta en l’experiència humana dels llocs.

Des d’un enfocament a mig camí entre la geografia, l’antropologia i la història, el Museu del Vent no es limitava a entendre el vent només com un fenomen meteorològic, sinó que considerava el vent com una metàfora carregada de sentits que estan presents en molts àmbits de cultures de tot el món. El vent entès com a metàfora, per exemple, de la llibertat, de “tot allò sòlid que s’ha esvaït a l’aire” (Marshall Berman) i també de les coses que s’han mogut.


«Gent-en-moviment»

Coses i idees movent-se, esvaint-se, dissipant-se... però també gent. El Museu del Vent parteix de la constatació que les persones estan més o menys arrelades al territori on viuen. Dit d’una altra manera, la gent té arrels, però també cames. En aquest sentit, les comunitats humanes s’han desplaçat per l’espai amb més o menys intensitat en el temps, tot i que segurament el món del segle XX ha estat el que ha vist el major moviment de persones de la història de la humanitat (Eric Hobsbawm). Aquest procés de «gent-en-moviment», gent que es mou, gent migrant criminalitzada i estigmatitzada… s’ha accelerat des de finals del segle passat. I res fa dubtar que serà un dels principals reptes del nostre món contemporani.

Davant aquesta realitat, apareixien preguntes que museus com el Museu del Vent tractaven de donar resposta: Com crea la «gent-en-moviment» el seu sentit de lloc? com reconstrueix el seu sentit de família i pertinença? Com recorden els llocs que han deixat?, o fins i tot, Com i per què la gent que comparteix un mateix paisatge té diferents vies, a vegades oposades fins i tot violentament, per entendre el seu significat?...


El vent de la raó democràtica

Són preguntes sobre el món contemporani que ens envolta. Preguntes que es refereixen a “molts homes, a tots els homes del món en la mesura que s’uneixen entre ells en societat i treballen i lluiten i milloren” (Antonio Gramsci). Al cap i a la fi, preguntes que, en el context de les Terres de l’Ebre, ens parlen d’històries i moviments socials que s’esforcen per reconstruir i fer visible la “raó democràtica”, el passat de la lluita antifranquista que està amagat entre garrofers i oliveres propers al riu.

En síntesi, el Museu del Vent aposta per un nou diàleg entre naturalesa i cultura, entre passat i present. Un museu que, per tot això, no pot deixar de dedicar tot el seu esforç a "la «gent-en-moviment», per a qui els llocs sempre estan en construcció".