Sala de exposiciones Macaregua de la UIS. 2010 |
La exposición ‘Las planchas anatómicas de Francesco Antommarchi’ es producto de una juiciosa investigación que la profesora Estella Restrepo adelantó desde la Universidad Nacional de Colombia rescatando esta valiosa obra constituida por las primeras planchas de anatomía en tamaño natural hechas en el mundo.
El arquitecto Ramón García-Piment, una de las personas que mejor conoce la historia de las láminas de Antommarchi, cuenta cómo la historiadora Estella Restrepo Zea, que había ingresado como docente a la Universidad Nacional de Colombia en 1975, "por más de una década buscó piezas y artefactos antiguos utilizados en la práctica de la enseñanza de la medicina. En 1988 encontró una posible veta que sirviera a su investigación, junto con el decano de Medicina, Augusto Corredor, trabajó para la reapertura del museo que se llevó a cabo en 1991. Durante su proceso de investigación encontró los apuntes del Doctor Soriano y con ello el hallazgo de las extrañas laminas. Conformó entonces El Grupo de Investigación sobre Historia de la Medicina, trabajó con litógrafos y artistas, entrevistó a profesores de la Facultad de Medicina, a académicos como Zoilo Cuellar, realizó visitas a museos y bibliotecas de París, Florencia y Siena, leyó el diario de Antommarchi, consultó los programas de anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad durante el siglo XIX y la primera mitad del XX, indagó con bibliotecólogas de la Universidad Nacional de hace ya años y logró aclarar lo fundamental de las preguntas que daban tantas vueltas en su cabeza. Con ello logró desenmarañar la majestuosa trama histórica, volviéndola más valiosa que las mismas laminas, maravillosas por su tradición artística y tecnológica al servicio de la ciencia" (García-Piment, 2019).
“La anatomía del cuerpo humano de Francesco Antommarchi” contiene 24 planchas que conforman el cuerpo humano. Sus dibujos tienen como finalidad presentar los tres cortes de músculos y el esqueleto natural recubierto del periostio; los cartílagos; los ligamentos; las arterias, las venas superficiales y profundas; los vasos linfáticos y los nervios, representados fielmente en cada uno de los planos.
Una investigación y una exposición
Las láminas permanecieron durante mucho tiempo en el anonimato.... Solo fue después que la profesora Estela Ramos las descubriera, e intuyendo su valor histórico y patrimonial, las llevara al Museo de Arte de la Universidad es cuando se inició un proceso de investigación. Al conocer su valor, el Archivo Histórico de la UN le encargó al Archivo General de la Nación su restauración.
“Las láminas se encontraban en buen estado. Sin embargo, durante el tiempo que estuvieron en la Biblioteca alguien las empastó, razón por la cual la estructura del papel estaba un poco deteriorada”, afirmó Ramón García-Piment, jefe de la División de Archivo y Correspondencia (2013) de la Universidad.
Una investigación que finalmente pudo convertirse en una exposición gracias al trabajo desarrollado por el Sistema de Patrimonio y Museos (SPM) y el Archivo de la sede Bogotá de la Universidad Nacional de Colombia.
La relevancia de las litografías de la exposición proviene, en primer lugar, de las contribuciones anatómicas del modelo utilizado con base en los hallazgos morfológicos de Paolo Mascagni, así como de las características técnicas y artísticas que rodearon el trabajo de la edición de 1826 en París.
La representación del cuerpo que se puede observar en las láminas, “plasma en detalle la totalidad de los órganos del cuerpo como el anatomista los podía ver en un cadáver”, explicaron funcionarios de la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural (SPM). En el mundo existen ocho juegos de estas láminas litográficas; seis en Europa, uno extraviado, y el otro lo conserva la Universidad Nacional de Colombia.
Al respecto, el profesor Ignacio Mantilla Prada comentó que “las litografías constituyeron un patrimonio desconocido en los estantes de la Biblioteca Central de la Universidad”.
Aunque el tema de esta exposición era un poco más complejo de tratar, el Sistema de Patrimonio y Museos tuvo muy clara su misión pedagógica y para ello desarrolló distintas estrategias y mecanismos para hacer de la exposición algo sencillo, didáctico, accesible tanto público escolar como público en general.
La historia de las láminas de Antommarchi
La historia nos cuenta que Antommarchi, médico de Napoleón Bonaparte, y tras su muerte, viene a vivir a Cuba donde un hermano suyo, trayendo con él 84 láminas. En uno de los embarques de su viaje, llega a Cartagena y se enamora de una colombiana con quien se casa y terminan viviendo en Cuba.
“Cuando Antommarchi fallece, su esposa regresa a Colombia y trae consigo las láminas litográficas. Uno de sus sobrinos hereda las planchas, estudia Medicina en la UN y al graduarse las dona a la Biblioteca Central”, relataba el profesor Mantilla
Muestra de anatomía de Antommarchi llega a la UIS
La exposición itinerante "La anatomía del cuerpo humano de Francesco Antommarchi" de la Universidad Nacional de Colombia fue inaugurada en el 2011 en la sala Macaregua de la sede Bucarica de la Universidad Industrial de Santander (UIS) en Bucaramanga
El montaje de la exposición en el edificio Bucarica tomó más de tres días y fue realizado por personal del Sistema de Patrimonio y Museos.
A través de la exposición, los visitantes del Jardín Botánico pudieron conocer el juego de láminas de Francesco Antommarchi del siglo XIX, consistente en un juego de láminas litográficas que representan fielmente la totalidad de los órganos del cuerpo humano como el anatomista los podía ver en un cadáver.
El programa "Ida y vuelta"
"Ida y vuelta" respondía no sólo a un modelo de gestión descentralizado del patrimonio cultural sino también a un modelo interpretativo que, en el medio plazo, trató de generar y desarrollar una cultura para los museos de la UN con una personalidad propia.
El programa de itinerancia de exposiciones que, entre el 2008 y el 2014, impulsó el Sistema de Patrimonio y Museos de la Sede Bogotá, se convirtió, de facto, en un nuevo modelo de gestión que operaba con el rico y relativamente desconocido patrimonio cultural de la Universidad Nacional de Colombia, recomponiendo algunos de sus elementos en formas nuevas y lo redireccionaba hacia nuestro presente.
En total, entre 2008 y 2014, el Sistema de Patrimonio y Museos (SPM) implementó 164 montajes museográficos, tanto en espacios museales y culturales como también en espacios no convencionales, en distintos municipios de Colombia y Perú.
Una utopía práctica
Pensado como una “utopía práctica”, el despliegue progresivo del programa "Ida y vuelta", más allá de los más de 150 montajes en Colombia, se tradujo, sin duda, en una mayor incidencia social, visibilidad, institucionalización, gobernabilidad así como articulación del rico y diverso patrimonio cultural de la Universidad Nacional de Colombia.
El último montaje del programa "Ida y vuelta" se implementó en Tumaco en diciembre del año 2014.
La dirección del montaje museográfico y escenografía de la exposición 'Las láminas de Francesco Antommarchi' en la sala de exposiciones Macaregua, ubicada en la sede Bucarica de la Universidad Industrial de Santander (UIS) en Bucaramanga estuvo a cargo de Edmon Castell, geógrafo y museólogo, docente de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia.
Año de realización del montaje: 2011
Para el arquitecto Ramón García Piment, director del Archivo Central Histórico de la UN, “las replicas en láminas de Antommarchi que tenía Napoleón Bonaparte, y que por cosas del destino llegan a Colombia, son relevantes para el desarrollo del patrimonio de la región, es una obra grandiosa que tiene no solo una importancia anatómica, sino una calidad gráfica de trascendencia para el país”.
ResponElimina"El mapa de Colombia que dibujan las exposiciones".
ResponEliminaBogotá DC, 5 de septiembre de 2014. Agencia de Noticias UN.
El equipo de trabajo de la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural de la UN gestiona y despliega diversos proyectos museográficos en tres ámbitos de influencia: el campus, la ciudad y las regiones. Se trata de museólogos con un amplio sentido de la geografía. Como en la época en que descubridores y conquistadores se adentraban en la inhóspita y virgen tierra americana, ellos van hasta el rincón más alejado del país llevando cultura a esas comunidades olvidadas, muchas veces perdidas en el mapa. Es su forma de hacer patria. Su campo de acción natural es la Ciudad Universitaria de la Sede Bogotá, el campus capitalino de la UN. Allí desarrollan toda suerte de acciones encaminadas a la puesta en valor y la apropiación social del variado y complejo patrimonio cultural que poseen: desde los 17 edificios declarados Bien de Interés Cultural (BIC), pasando por sus museos y colecciones, hasta el legado académico de los científicos e intelectuales que pasaron por sus aulas [...] En 2006, el Gobierno cedió el Claustro de San Agustín a la UN y casi desde entonces funciona como espacio expositivo y sede del Sistema de Patrimonio Cultural y Museos, antecedente directo de la DMPC. Según Carlos Diazgranados, coordinador del área de museografía, los proyectos que allí se desarrollan tienen como objetivo proyectar el patrimonio y el conocimiento generado por la comunidad universitaria a públicos más amplios. Muestra de ello son las exposiciones “Colombia en tiempos de la Gran Guerra” y “Saberes de pupuña. El chontaduro en la Amazonia”. La primera presenta el análisis de la Primera Guerra Mundial desde el Departamento de Historia de la UN, pues lo consideran un período de suma importancia para este país, inmerso en un proceso de paz. La segunda abre un nuevo ciclo museográfico que busca recuperar saberes ancestrales, pues, según el profesor Edmon Castell, director de Museos y Patrimonio Cultural, “sin memoria no hay innovación”. Así, desde este edificio del siglo XVIII, ubicado en el centro histórico y corazón cultural de Bogotá, se puede decir que la ciudad es el segundo ámbito de acción. Así lo confirman las 38.849 personas que los visitaron durante el años pasado. En 2009, nació el programa Ida y Vuelta [...]. “El propósito era divulgar el patrimonio de la universidad y consolidar un mapa de espacios museográficos”, asegura William Medina, profesional a cargo de la iniciativa. Son proyectos de bajo presupuesto, prácticos y adaptables, que abordan las diferentes condiciones de la geografía. Sobresale la exposición “Mariposas de la Orinoquia”, que en el 2012 se instaló en Quibdó, Buenaventura, Guapi y Tumaco, llevando una muestra de la riqueza biológica del oriente colombiano a la región pacífica. Algo así como conectar al país de extremo a extremo por medio de su diversidad. Ese mismo año comenzó la travesía de “Once mil metros por segundo” por bibliotecas pública en zonas de frontera como Leticia, Arauca, Tumaco, San Andrés y Valledupar [...] Se trata de un programa de promoción de la lectura a través del acercamiento a la ciencia ficción. El profesor Edmon Castell resalta que programas como este son el primer contacto con la Universidad para algunos grupos o comunidades locales en Colombia. “El primer contacto y, posiblemente, el último o el único. En este sentido, la interacción social y transferencia territorial de conocimiento que se logra a través de esta gestión museográfica es, de alguna forma, la materialización de la extensión, la tercera misión, al 100 %”. “Con Ida y Vuelta buscamos una verdadera presencia nacional, que la universidad llegue a los rincones más alejados del país, donde no hay museos y nunca antes había montado una exposición”, concluye Diazgranados. Es una deuda histórica con las regiones, que estos museólogos tratan de resarcir desplegando su creatividad, dibujando el mapa de Colombia con sus exposiciones.
“Es una obra desde el punto de vista científico, histórico y artístico importante. Se encuentra en la Universidad desde el siglo XIX y la Universidad decidió restaurarla, hacer copias y repartirlas por el mundo como un regalo de la UN y como celebración de los 200 años de vida republicana en Colombia”, destacó por su parte el rector de la UN, Moisés Wasserman.
ResponElimina"UN inicia celebración del Bicentenario con Antommarchi"
ResponEliminaAgencia de Noticias UN. Bogotá, 23 de Octubre de 2010
Con la exposición ‘La anatomía del cuerpo humano de Francesco Antommarchi’, en el Claustro de San Agustín, la UN abrió su calendario de eventos y actividades en conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Colombia, que se celebrará a lo largo del año 2010. Las planchas de anatomía de Antommarchi fueron adquiridas por la Universidad en el siglo XIX, constituyendo por mucho tiempo un patrimonio anónimo entre los estantes de la Biblioteca Central. Hoy, tras un proceso de investigación de más de 25 años, la comisión de la UN para la conmemoración del Bicentenario, el Sistema de Patrimonio Cultural y Museos, la División de Archivo y Correspondencia, la Vicerrectoría General y la Vicerrectoría de Sede Bogotá reconocen su importancia para la historia de la ciencia y la medicina en Colombia y dan a conocer este legado. Esta obra, editada en 1826 por Antommarchi, consta de veinticuatro planchas dispuestas en grupos de a tres (tres por tres) que conforman el cuerpo humano entero y ofrecen ocho figuras humanas completas (...) La historia detrás de las láminas. En el mundo se encuentran apenas ocho juegos de estas láminas litográficas. Seis de ellos están en Europa, otro está extraviado y el restante, tras una suerte de coincidencias y romances, lo conserva la Universidad Nacional de Colombia. Tras la muerte de Napoleón Bonaparte, Antommarchi se embarca de regreso a Cuba trayendo un total de 84 láminas litográficas. A su regreso, la nave hace escala en Cartagena, lugar en el cual Antommarchi se enamora de una colombiana con quien viaja a Cuba. En 1838, a los 49 años edad, Antommarchi fallece y su esposa decide regresar a Colombia conservando las láminas litográficas como una valiosa herencia. Ya en suelo colombiano, es el sobrino de ella quien hereda la obra. Es él quien, al egresar como médico de la Universidad Nacional, dona las litografías a la Biblioteca, lugar en el que permanecen sin que nadie sospechara, siquiera el tesoro que allí se guardaba. Después de varios años de anonimato, las láminas de Antommarchi son encontradas por Estela Restrepo, funcionaria de la Universidad, quien, intuyendo su valor patrimonial, las lleva al Museo de Arte de la UN. Una vez allí, se inicia un arduo proceso de documentación e investigación alrededor de ellas. Ya conscientes de su incalculable valor para la historia y el arte, el Archivo Histórico de la Universidad toma las láminas, encargando al Archivo General de la Nación de su restauración (...) La celebración. A raíz de la proximidad del Bicentenario de la Independencia, la UN trabaja desde el 2007 en diversas iniciativas que contribuyan a la reflexión del país en estos doscientos años. Así, la Comisión de la Universidad Nacional para la conmemoración del Bicentenario llevó a cabo esta exposición, a través de la cual “se pone a disposición de las instituciones que velan por el patrimonio este invaluable legado cultural, que la Universidad recibe en el siglo XIX y que ahora, en conmemoración del Bicentenario, desea compartir”, afirmó Miriam Jimeno, miembro de la Comisión y una de las gestoras de esta importante iniciativa. Además de la exhibición en el Claustro de S. Agustín, la Comisión se encargó de reeditar de manera fiel la impresión litográfica realizada en 1826 por Francesco Antommarchi, denominada ‘Planches anatomiques du corps humain, exécuteés d’aprés les dimensions naturelles’. “Se elaboran 40 paquetes de esta publicación especial; cada paquete está constituido por 84 planchas de anatomía que serán distribuidos a 40 instituciones académicas y culturales del mundo”, aseguró Jimeno. “Es una obra desde el punto de vista científico, histórico y artístico importante. Se encuentra en la Universidad desde el siglo XIX y la Universidad decidió restaurarla, hacer copias y repartirlas por el mundo como un regalo de la UN y como celebración de los 200 años de vida republicana en Colombia”, destacó por su parte el rector de la UN, Moisés Wasserman.