dissabte, 14 d’abril del 2018

ICONOGRAFÍA POPULAR

EL RETO DE INTERPRETAR LA CULTURA POPULAR
Ciudad Universitaria de Bogotá, 2017
En Bogotá, los elementos decorativos de un bus urbano, los carteles promocionales, los graffiti, los esténcil, la publicidad, o devociones tan importantes como las del Divino Niño en el barrio 20 de Julio, o la de la Virgen del Carmen, entre otros, son familiares para la mayoría de sus habitantes. Familiares, pero no necesariamente conocidos.



En el paisaje urbano
Partiendo de esta premisa el Museo de Bogotá intenta reconocer el valor de los diferentes «territorios» y formas de expresión de la cultura popular en el medio urbano; un valor que no se reduce solamente a los aspectos formales o puramente estéticos. No se trata de hablar de unos objetos o espacios tomados como piezas sueltas, sino más bien de ver y mostrar cómo se tejen, alrededor de estos «territorios», visiones del mundo muy diversas. Barrios como el 20 de Julio o La Estanzuela, dedicados a la producción de objetos religiosos o de los «lujos» para buses, reunen a miles de personas para las que el desarrollo de estos oficios es su vida misma. En estos espacios se construye día a día el paisaje urbano, pues allí se materializan y ponen en circulación parte de los significados que se consumen en la ciudad. Más allá de su dimensión espacial o subjetiva, el concepto de paisaje urbano puede extenderse a la manera como la gente comprende —y se compromete— con el mundo material que le rodea. Así, al entender que las formas de apropiación de ese mundo son siempre contingentes —histórica y espacialmente—, se hace evidente que los paisajes culturales están siempre desordenados, potencialmente en disputa, en construcción.

El Museo de Bogotá está concebido como un punto de encuentro en el que se hace posible que confluyan diversas visiones sobre los temas que aborda en sus exposiciones. Al encarar la gráfica y la iconografía popular urbana, el Museo se plantea como objetivo poner en evidencia la complejidad de los intercambios culturales que se presentan en el medio urbano. Para escenificar esta complejidad, gran parte de los objetos exhibidos han sido tomados «en préstamo» de la cotidianidad para ser expuestos «de paso» por el Museo.

Los lugares de la vida diaria
Los lugares y objetos de la vida diaria son, por su propia naturaleza, ordinarios y sus significados sociales no son siempre evidentes. Es necesario un gran esfuerzo de investigación para hacerlos comprensibles. En este orden de ideas, el Museo de Bogotá trata de visibilizar aquello que, estando presente en el entorno inmediato, no es pensado o, sencillamente, percibido. Al confrontar estos objetos con otros, de diferente origen, se ponen en evidencia procesos de intercambio entre diversas culturas o lo que los antropólogos han definido como procesos de transculturación: artistas reconocidos toman elementos de lo popular para utilizarlos en nuevas formas expresivas, y artistas populares toman elementos del cómic, la televisión y otros medios para reorganizarlos e integrarlos a su propio repertorio. 

De esta manera, la exposición se propone poner en escena una historia compleja de traducciones y apropiaciones que se encuentra en el medio urbano y que aún no está completamente descifrada. Ciudad [in] visible toma como punto de partida la labor e investigaciones que, desde el año 2000, viene desarrollando el colectivo Populardelujo compuesto por Esteban Ucrós, Roxana Martínez y Juan Esteban Duque, en relación con la gráfica popular urbana de Bogotá a través de su portal de internet www.populardelujo.com.

Como puesta en escena, Ciudad [in]visible se articula alrededor de tres niveles de lectura:
• Aproxima al visitante a los elementos de la «gráfica callejera» y la iconografía popular urbana visibles en ámbitos tan diversos como los buses, los muros y las iglesias de barrio.
• Rompe con una aproximación esteticista, para intentar abordar el valor de la gráfica y la iconografía popular.
• Indaga la cosmovisión de lo que en términos amplios podría definirse como cultura no oficial a través de las fuentes gráficas e iconográficas.

Con Ciudad [in] visible, el Museo de Bogotá intenta plantear algunas preguntas y propiciar un reconocimiento de los bogotanos frente a expresiones y espacios comunes que están en la escena urbana de Bogotá DC. En síntesis, la exposición forma parte de un proyecto más extenso centrado en la documentación, comprensión y representación de la cultura popular y su articulación con el paisaje urbano. Fijarse e intentar entender esta relación supone revalorizar el estudio de las formas de vida no hegemónicas y dejar de considerar estas manifestaciones como algo pintoresco para enmarcarlas en un contexto histórico y sociocultural.

1 comentari:

  1. Por Vanessa Villegas Solórzano

    Lo primero que hay que decir es que este libro es un catálogo (es la consecuencia de una exposición que tuvo lugar en el Museo de Bogotá) y, puesto que es un catálogo, la imagen prima sobre el texto, que está ahí para ir trazando un camino entre las imágenes. Pero ellas son lo principal, las reinas de la fiesta. Y así son tratadas. Son muchas, variadas, coloridas, generosas en tamaño, bien diagramadas y están impresas con buena tinta y en buen papel.

    Las reinas de la fiesta, las imágenes, son lo que vemos a diario cuando salimos a la calle: las estampitas religiosas, los graffitis y murales, las calcomanías de buses y busetas, las estatuitas de José Gregorio Hernández, made in Taiwán, que se consiguen en cualquier agáchese o tienda esotérica. Lo increíble de Ciudad [in]visible es que a pesar de que su objeto de estudio es nuestro pan de cada día, es posible mirarlo y remirarlo como si fuera algo exótico, y volverlo a mirar para finalmente admirar la calidad que hay en estos objetos y trabajos.

    El texto, compuesto por tres ensayos, es corto pero ambicioso, y es claro al afirmar que el asunto no se queda en la exposición, que ella es de hecho algo artificial para este tipo de objetos y manifestaciones (ya que a diferencia de las obras de arte no fueron hechas para estar en un museo) y que lo que se busca en últimas es generar un reconocimiento de eso que "estando presente en el entorno inmediato, no es pensado o, sencillamente, percibido". En la segunda parte se habla de las diferentes formas que encuentra el "arte popular" para manifestarse e inmiscuirse en la vida, desde los cartelitos que buscan mascotas perdidas hasta los más elaborados mensajes políticos y religiosos. La breve pero increíble historia del Divino Niño del 20 de Julio y de cómo y por qué llegó a convertirse en la imagen más venerada y, así mismo, más vendida en Colombia (que corresponde al último de los textos) es un entretenido relato que vale la pena conocer.

    Quisiera reiterar que este es un libro ambicioso sin ser arrogante. No busca subirle el estatus a nada ni a nadie, pero tampoco es pornomiseria. Es, más bien, un trabajo que busca mostrar desde otro ángulo lo que vemos todos los días.

    Ciudad [in]visible - Gráfica e iconografía popular urbana
    Edmond Castell, Museo de Bogotá, Colectivo Populardelujo
    (50 p, IDCT, $15.000)

    Publicado en Piedepágina, 2007

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