Antommarchi en la Casa Museo del Salto T/dama. 2013 |
La exposición ‘Las planchas anatómicas de Francesco Antommarchi’ es producto de una juiciosa investigación que la profesora Estella Restrepo adelantó desde el Centro de Estudios Sociales de la Universidad Nacional de Colombia rescatando esta valiosa obra constituida por una de las primeras planchas de anatomía en tamaño natural hechas en el mundo.
El arquitecto Ramón García-Piment, una de las personas que mejor conoce la historia de las láminas de Antommarchi, cuenta cómo la historiadora Estella Restrepo Zea, que había ingresado como docente a la Universidad Nacional de Colombia en 1975, "por más de una década buscó piezas y artefactos antiguos utilizados en la práctica de la enseñanza de la medicina. En 1988 encontró una posible veta que sirviera a su investigación, junto con el decano de Medicina, Augusto Corredor, trabajó para la reapertura del museo que se llevó a cabo en 1991.
Durante su proceso de investigación encontró los apuntes del Doctor Soriano y con ello el hallazgo de las extrañas laminas. Conformó entonces El Grupo de Investigación sobre Historia de la Medicina, trabajó con litógrafos y artistas, entrevistó a profesores de la Facultad de Medicina, a académicos como Zoilo Cuellar, realizó visitas a museos y bibliotecas de París, Florencia y Siena, leyó el diario de Antommarchi, consultó los programas de anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad durante el siglo XIX y la primera mitad del XX, indagó con bibliotecólogas de la Universidad Nacional de hace ya años y logró aclarar lo fundamental de las preguntas que daban tantas vueltas en su cabeza. Con ello logró desenmarañar la majestuosa trama histórica, volviéndola más valiosa que las mismas laminas, maravillosas por su tradición artística y tecnológica al servicio de la ciencia" (García-Piment, 2019).
“La anatomía del cuerpo humano de Francesco Antommarchi” contiene 24 planchas que conforman el cuerpo humano. Sus dibujos tienen como finalidad presentar los tres cortes de músculos y el esqueleto natural recubierto del periostio; los cartílagos; los ligamentos; las arterias, las venas superficiales y profundas; los vasos linfáticos y los nervios, representados fielmente en cada uno de los planos.
Una investigación y una exposición
Las láminas permanecieron durante mucho tiempo en el anonimato.... Solo fue después que la profesora Estela Ramos las descubriera, e intuyendo su valor histórico y patrimonial, las llevara al Museo de Arte de la Universidad es cuando se inició un proceso de investigación. Al conocer su valor, el Archivo Histórico de la UN le encargó al Archivo General de la Nación su restauración.
“Las láminas se encontraban en buen estado. Sin embargo, durante el tiempo que estuvieron en la Biblioteca alguien las empastó, razón por la cual la estructura del papel estaba un poco deteriorada”, afirmó Ramón García Piment, jefe de la División de Archivo y Correspondencia (2013) de la Universidad.
Una investigación que finalmente pudo convertirse en una exposición gracias al trabajo desarrollado por el Sistema de Patrimonio y Museos (SPM) y el Archivo de la sede Bogotá de la Universidad Nacional de Colombia.
La relevancia de las litografías de la exposición proviene, en primer lugar, de las contribuciones anatómicas del modelo utilizado con base en los hallazgos morfológicos de Paolo Mascagni, así como de las características técnicas y artísticas que rodearon el trabajo de la edición de 1826 en París.
La representación del cuerpo que se puede observar en las láminas, “plasma en detalle la totalidad de los órganos del cuerpo como el anatomista los podía ver en un cadáver”, explicaron funcionarios de la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural (SPM). En el mundo existen ocho juegos de estas láminas litográficas; seis en Europa, uno extraviado, y el otro lo conserva la Universidad Nacional de Colombia.
Al respecto, el profesor Ignacio Mantilla Prada comentó que “las litografías constituyeron un patrimonio desconocido en los estantes de la Biblioteca Central de la Universidad”.
Aunque el tema de esta exposición era un poco más complejo de tratar, el Sistema de Patrimonio y Museos tuvo muy clara su misión pedagógica y para ello desarrolló distintas estrategias y mecanismos para hacer de la exposición algo sencillo, didáctico, accesible tanto público escolar como público en general.
La historia de las láminas de Antommarchi
La historia nos cuenta que Antommarchi, médico de Napoleón Bonaparte, y tras su muerte, viene a vivir a Cuba donde un hermano suyo, trayendo con él 84 láminas. En uno de los embarques de su viaje, llega a Cartagena y se enamora de una colombiana con quien se casa y terminan viviendo en Cuba.
“Cuando Antommarchi fallece, su esposa regresa a Colombia y trae consigo las láminas litográficas. Uno de sus sobrinos hereda las planchas, estudia Medicina en la UN y al graduarse las dona a la Biblioteca Central”, relataba el profesor Mantilla
Muestra de anatomía de Antommarchi llega al Salto Tequendama
La exposición itinerante "La anatomía del cuerpo humano de Francesco Antommarchi" de la Universidad Nacional de Colombia fue inaugurada en el 2013 en la Casa Museo del Salto Tequendama.
El montaje de la exposición en la Casa Museo tomó cuatro días y fue realizado por personal del Sistema de Patrimonio y Museos y el Jardín Botánico.
A través de la exposición, los visitantes del Jardín Botánico pudieron conocer el juego de láminas de Francesco Antommarchi del s. XIX, consistente en un juego de láminas litográficas que representan fielmente la totalidad de los órganos del cuerpo humano como el anatomista los podía ver en un cadáver.
El programa "Ida y vuelta"
"Ida y vuelta" respondía no sólo a un modelo de gestión descentralizado del patrimonio cultural sino también a un modelo interpretativo que, en el medio plazo, trató de generar y desarrollar una cultura para los museos de la UN con una personalidad propia.
El programa de itinerancia de exposiciones que, entre el 2008 y el 2014, impulsó el Sistema de Patrimonio y Museos de la Sede Bogotá entre el 2009 y el 2014, se convirtió, de facto, en un nuevo modelo de gestión que operaba con el rico y relativamente desconocido patrimonio cultural de la Universidad Nacional de Colombia, recomponiendo algunos de sus elementos en formas nuevas y lo redireccionaba hacia nuestro presente.
En los seis años comprendidos entre el año 2008 y el 2014, se implementaron, en total, 164 montajes museográficos en espacios no convencionales en distintos municipios de Colombia y Perú.
Una utopía práctica
Pensado como una “utopía práctica”, el despliegue progresivo del programa "Ida y vuelta", más allá de los más de 150 montajes en Colombia, se tradujo, sin duda, en una mayor incidencia social, visibilidad, institucionalización, gobernabilidad así como articulación del rico y diverso patrimonio cultural de la Universidad Nacional de Colombia.
El último montaje del programa "Ida y vuelta" se implementó en Tumaco en diciembre del año 2014.
Antommarchi en la Casa Museo del Salto T/dama. 2013
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La dirección del montaje museográfico y escenografía de la exposición 'Las láminas de Francesco Antommarchi' en la Casa Museo del Salto Tequendama estuvo a cargo de Edmon Castell, geógrafo y museólogo, docente de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia.
Año de realización del montaje: 2013
"Anatomía humana en la Casa Museo del Salto del Tequendama"
ResponEliminaAgencia de Noticias UN. Bogotá, 17 de enero de 2013
La Dirección de Museos y Patrimonio Cultural de la UN (conocido también con el acrónimo de SPM o Sistema de Patrimonio y Museos), con la colaboración de la Embajada de Francia y la Fundación Granja Agroecológica el Porvenir, inauguraron una nueva exposición en la Casa Museo del Salto Tequendama. “La anatomía del cuerpo humano de Francesco Antommarchi” contiene 24 planchas que conforman el cuerpo humano. Sus dibujos tienen como finalidad presentar los tres cortes de músculos y el esqueleto natural recubierto del periostio; los cartílagos; los ligamentos; las arterias, las venas superficiales y profundas; los vasos linfáticos y los nervios, representados fielmente en cada uno de los planos. La representación del cuerpo que se puede observar en las láminas, “plasma en detalle la totalidad de los órganos del cuerpo como el anatomista los podía ver en un cadáver”, explicaron funcionarios del SPM. En el mundo existen ocho juegos de estas láminas litográficas; seis en Europa, uno extraviado, y el otro lo conserva la UN. Al respecto, el profesor Ignacio Mantilla Prada comentó que “las litografías constituyeron un patrimonio desconocido en los estantes de la Biblioteca Central de la Universidad”. Cómo llegaron esas planchas a la Institución? La historia nos cuenta que Antommarchi, médico de Napoleón Bonaparte, y tras su muerte, viene a vivir a Cuba donde un hermano suyo, trayendo con él 84 láminas. En uno de los embarques de su viaje, llega a Cartagena y se enamora de una colombiana con quien se casa y terminan viviendo en Cuba. “Cuando Antommarchi fallece, su esposa regresa a Colombia y trae consigo las láminas litográficas. Uno de sus sobrinos hereda las planchas, estudia Medicina en la UN y al graduarse las dona a la Biblioteca Central”, relata el profesor Mantilla. Las láminas permanecen en el anonimato y varios años después la profesora Estela Ramos las descubre, e intuyendo su valor histórico y patrimonial, las lleva al Museo de Arte de la Universidad, y allí se inicia un proceso de investigación. Al conocer su valor, el Archivo Histórico de la UN le encarga al Archivo General de la Nación su restauración. “Las láminas se encontraban en buen estado. Sin embargo, durante el tiempo que estuvieron en la Biblioteca alguien las empastó, razón por la cual la estructura del papel estaba un poco deteriorada”, afirmó Ramón García, jefe de la División de Archivo y Correspondencia. Este tipo de actividades respaldan la labor que viene adelantando la Universidad en todo el país. “La UN, como todos conocen, es una Institución que tiene un gran interés enr ecuperar el patrimonio del país; en hacer el inventario de la flora y de la fauna; en concientizar a los colombianos de que los recursos, aunque abundantes, no serán infinitos si no los cuidamos”, afirmó el Rector. Además de la muestra litográfica, el profesor Mantilla Prada hace referencia al sitio en el que se instaló la exposición, la Casa Museo del Salto del Tequendama, “ya que se pretende la recuperación del sitio –Salto del Tequendama– y la remodelación de la Casona”. La Embajada de Francia en Colombia hace parte de este proyecto de recuperación del patrimonio y, durante la inauguración de la exposición, anunció el apoyo de este Gobierno y de otros países europeos para alcanzar el fin propuesto por la Universidad y la Fundación. “Mediante acciones educativas, culturales y de apoyo económico, devolverle la vida a la zona del Tequendama, a este sitio mítico; recuperar el río Bogotá, como hicimos con el río Sena en mi país”, manifestó Pierre-Jean Vandoorne, embajador de Francia. La Fundación Granja Ecológica el Porvenir trabaja desde hace más de 15 años en la recuperación del patrimonio ambiental, cultural e histórico de la región y promueve esta iniciativa junto con el Instituto de Ciencias Naturales (...). La exposición se podrá visitar los sábados, domingos y festivos, durante tres meses, en la Casa Museo del Salto Tequendama.
“Es una obra desde el punto de vista científico, histórico y artístico importante. Se encuentra en la Universidad desde el siglo XIX y la Universidad decidió restaurarla, hacer copias y repartirlas por el mundo como un regalo de la UN y como celebración de los 200 años de vida republicana en Colombia”, destacó por su parte el rector de la UN, Moisés Wasserman.
ResponElimina"UN inicia celebración del Bicentenario con Antommarchi"
ResponEliminaAgencia de Noticias UN. Bogotá, 23 de Octubre de 2010
Con la exposición ‘La anatomía del cuerpo humano de Francesco Antommarchi’, en el Claustro de San Agustín, la UN abrió su calendario de eventos y actividades en conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Colombia, que se celebrará a lo largo del año 2010. Las planchas de anatomía de Antommarchi fueron adquiridas por la Universidad en el siglo XIX, constituyendo por mucho tiempo un patrimonio anónimo entre los estantes de la Biblioteca Central. Hoy, tras un proceso de investigación de más de 25 años, la comisión de la UN para la conmemoración del Bicentenario, el Sistema de Patrimonio Cultural y Museos, la División de Archivo y Correspondencia, la Vicerrectoría General y la Vicerrectoría de Sede Bogotá reconocen su importancia para la historia de la ciencia y la medicina en Colombia y dan a conocer este legado. Esta obra, editada en 1826 por Antommarchi, consta de veinticuatro planchas dispuestas en grupos de a tres (tres por tres) que conforman el cuerpo humano entero y ofrecen ocho figuras humanas completas (...) La historia detrás de las láminas. En el mundo se encuentran apenas ocho juegos de estas láminas litográficas. Seis de ellos están en Europa, otro está extraviado y el restante, tras una suerte de coincidencias y romances, lo conserva la Universidad Nacional de Colombia. Tras la muerte de Napoleón Bonaparte, Antommarchi se embarca de regreso a Cuba trayendo un total de 84 láminas litográficas. A su regreso, la nave hace escala en Cartagena, lugar en el cual Antommarchi se enamora de una colombiana con quien viaja a Cuba. En 1838, a los 49 años edad, Antommarchi fallece y su esposa decide regresar a Colombia conservando las láminas litográficas como una valiosa herencia. Ya en suelo colombiano, es el sobrino de ella quien hereda la obra. Es él quien, al egresar como médico de la Universidad Nacional, dona las litografías a la Biblioteca, lugar en el que permanecen sin que nadie sospechara, siquiera el tesoro que allí se guardaba. Después de varios años de anonimato, las láminas de Antommarchi son encontradas por Estela Restrepo, funcionaria de la Universidad, quien, intuyendo su valor patrimonial, las lleva al Museo de Arte de la UN. Una vez allí, se inicia un arduo proceso de documentación e investigación alrededor de ellas. Ya conscientes de su incalculable valor para la historia y el arte, el Archivo Histórico de la Universidad toma las láminas, encargando al Archivo General de la Nación de su restauración (...) La celebración. A raíz de la proximidad del Bicentenario de la Independencia, la UN trabaja desde el 2007 en diversas iniciativas que contribuyan a la reflexión del país en estos doscientos años. Así, la Comisión de la Universidad Nacional para la conmemoración del Bicentenario llevó a cabo esta exposición, a través de la cual “se pone a disposición de las instituciones que velan por el patrimonio este invaluable legado cultural, que la Universidad recibe en el siglo XIX y que ahora, en conmemoración del Bicentenario, desea compartir”, afirmó Miriam Jimeno, miembro de la Comisión y una de las gestoras de esta importante iniciativa. Además de la exhibición en el Claustro de S. Agustín, la Comisión se encargó de reeditar de manera fiel la impresión litográfica realizada en 1826 por Francesco Antommarchi, denominada ‘Planches anatomiques du corps humain, exécuteés d’aprés les dimensions naturelles’. “Se elaboran 40 paquetes de esta publicación especial; cada paquete está constituido por 84 planchas de anatomía que serán distribuidos a 40 instituciones académicas y culturales del mundo”, aseguró Jimeno. “Es una obra desde el punto de vista científico, histórico y artístico importante. Se encuentra en la Universidad desde el siglo XIX y la Universidad decidió restaurarla, hacer copias y repartirlas por el mundo como un regalo de la UN y como celebración de los 200 años de vida republicana en Colombia”, destacó por su parte el rector de la UN, Moisés Wasserman.
"Los animales y plantas que tiene el Salto del Tequendama"
ResponEliminaEl Tiempo [por UNAL]. 28 de junio 2019
Recientemente, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Ricardo Lozano, señaló que este lugar, ubicado a 30 minutos de Bogotá en carro, “debe ser un patrimonio protegido, restaurado y conservado porque el Salto del Tequendama es un indicador fundamental de lo que pasa en la cuenca alta del río Bogotá”. Para Germán Amat, entomólogo y profesor del ICN, esta declaratoria significa la preservación de las especies que aún están presentes allí y una garantía para que se conserven núcleos de alta diversificación. Él y su grupo de trabajo se llevaron una sorpresa al identificar 120 especies de insectos y 50 de arácnidos en esta región del Tequendama. Encontraron libélulas, grillos, mantis, cucarachas, chinches, cigarras, mariquitas, saltahojas, escarabajos, gorgojos, avispas, abejorros, moscas y mariposas, entre otros especímenes. “El hábitat de esos grupos de animales es la vegetación original que rodea al Salto, donde hay escarabajos “ciervos”, que por ser muy vulnerables se han extinguido con la pérdida de cobertura forestal”, comenta el docente. A estos escarabajos se suman otros grupos de artrópodos que todavía están presentes en las áreas aledañas a la región del Tequendama, como los escarabajos fruteros y rinocerontes, además de gorgojos y mariquitas, estos últimos muy importantes para preservar la estructura trófica de los ecosistemas de humedad. “Si con el tiempo se aíslan algunos hábitats cercanos se pierden los corredores biológicos que permiten flujos de poblaciones y movilidad de especies que aseguran el sostenimiento de estas especies con flujo y variabilidad genética. Si se insularizan, estas poblaciones quedarán aisladas completamente y no tendrán mucha viabilidad desde el punto de vista de la conservación biológica”, afirma el docente Amat [...] la amenaza más grande es que se siga perdiendo la conectividad entre la vegetación natural [...]. A esa alarmante amenaza se suman las influencias indirectas derivadas de las actividades humanas, entre ellas la contaminación, el mal manejo de residuos sólidos, e incluso las vías de acceso donde los animales se ven en riesgo por el incremento del tráfico vehicular. Esta primera entrega, realizada a finales de 2018, es solo una pequeña parte de lo que se puede hallar en esta zona de más de 100.000 m2 y una impactante caída de agua de 157 m de altura. La docente señala que desde el ICN se evalúa una segunda fase de inventario en la que se estudiarían las aves, los anfibios y reptiles que habitan este lugar. / Garantía de preservación / Para María Victoria Blanco, directora ejecutiva de la GEP, esta declaratoria “le abre una puerta a lograr un respeto mucho mayor por este ecosistema”, y a que se acceda a programas y proyectos que den un mayor aval desde la perspectiva de conservación, para “lograr que el Salto de Tequendama, la Casa Museo, sus bosques anexos y toda la flora y fauna que están allí sean protegidas y respetadas”. “Nosotros empezamos una serie de alianzas con diferentes entidades para lograr que en el fallo de segunda instancia para la recuperación del río Bogotá se incluyera el Salto del Tequendama, y lo logramos”, señala. Recuerda además que “en la sentencia de primera instancia se ordenó la recuperación del caudal del Salto del Tequendama y en segunda se habla de la declaratoria como Patrimonio Cultural y Natural de Colombia, lo que nos va a proporcionar más herramientas para proteger el lugar”. Cabe recordar que mediante la resolución de 3335 la Casa Museo y su zona de influencia se declaró como Bien de Interés Cultural de la Nación. La declaratoria de Patrimonio Cultural por parte del Ministerio de Cultura, en septiembre de 2018, se logró en buena parte gracias al trabajo desarrollado por la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural, encargada de asesorar todo el proceso museográfico de la Casa, proceso liderado especialmente por el profesor Edmon Castell, de la Facultad de Artes de la UNAL.