dimarts, 31 de març del 2020

PRIMATES DE LA AMAZONÍA

LA AMAZONÍA EN EL LENTE...

En el extremo más al sur de Colombia existe un canal de comunicación por el que viajeros y pescadores navegan. Allí está el corazón del mundo la selva amazónica.

Para brindar de alguna forma un reconocimiento a este espacio, el Sistema de Patrimonio y Museos (SPM) diseñó e implementó en el año 2014 la exposición "Primates de la Amazonía" en el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de Colombia. Se trataba de una muestra fotográfica en la que se unían el río, el bosque y los primates para representar a la selva Amazónica como un paisaje que buscaba "dar a conocer un místico lugar que agudiza los sentidos y permite un reencuentro consigo mismo, recordándonos que somos una ínfima parte de este frágil sistema al que llamamos Tierra".
“Solo en el departamento del Amazonas (que tiene entre 13 y 15 especies) hay 12 con preocupación menor y 3 con grado de amenaza. Sin embargo, esto no es un mensaje de tranquilidad ya que de preocupación menor se puede cambiar a vulnerable o amenazado si no se hacen más esfuerzos por conservar la Amazonia”, agregaba la investigadora Angélica Martínez.

Montaje de "Primates..."
La exposición
Los visitantes a esta exposición pudieron encontrar imágenes inéditas de la fotógrafa Angélica Martínez, de primates neotropicales rescatados y rehabilitados junto con paisajes de la región de la Amazonía, cuadros pintados a mano por la primatóloga Sara Bennet, montajes en taxidermia del Museo de Historia Natural y cráneos de primates pertenecientes a la colección del Instituto de Ciencia Naturales. 

Cada uno de estos recursos muestra la riqueza en biodiversidad de la selva Amazónica colombiana así como la alteración constante de la dinámica natural de los ecosistemas en los que habitan los primates. 

Monos, micos y árboles nativos de esta ecorregión se encuentran amenazados por otra especie de primate: el hombre, quien a través de la práctica del tráfico ilegal de fauna silvestre -el tercer negocio ilícito más grande y lucrativo del mundo, según consideraciones de importantes organizaciones de protección animal-, ha conseguido, en un acto de barbarie hacia los seres comercializados, alterar la dinámica natural de las condiciones ambientales de nuestros animales.

[en desarrollo...]


La dirección del montaje museográfico y escenografía de la exposición 'Primates amazónicos' en el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de Colombia estuvo a cargo de Edmon Castell, geógrafo y museólogo, docente de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia.


Año de realización del montaje: 2014

4 comentaris:

  1. "Cuentos de micos en el Museo de Historia Natural"
    El Nuevo Siglo, por Alberto Fernández. Septiembre de 2014
    Las fotografías de Angélica Martínez son una reflexión sobre la biodiversidad del país y el peligro que representa el tráfico ilegal de especies. El Amazonas es como un pequeño universo. El río, el bosque y sus habitantes establecen un complejo entramado de relaciones que dan origen a este cosmos verde, fértil y mágico. Cada creatura o elemento cumple una función en el sistema. Es un ejemplo de equilibrio y sabiduría, la perfección que la naturaleza ha tardado siglos en alcanzar. Pero es un equilibrio frágil. La dinámica natural de los ecosistemas puede verse alterada si falta una de las piezas, por insignificante que parezca. Es el caso de los primates, pues ellos, saltando de árbol en árbol, van dispersando lo que será el futuro del bosque. En este contexto se inscribe el quehacer de la Fundación Maikuchiga, que opera un centro de rehabilitación para animales –monos, principalmente– víctimas del tráfico ilegal de especies, y de la fotógrafa Angélica Martínez, quien ha documentado estos procesos desde 2009. Una labor que sirve como materia prima para la exposición “Primates Amazónicos Maikuchiga”, organizada por el Museo de Historia Natural y la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional, en Bogotá. La muestra es una oportunidad para conocer y generar conciencia sobre la importancia de proteger la biodiversidad. Colombia, por su posición geográfica privilegiada, es uno de los países más ricos en especies de primates en el mundo. Pero esta diversidad se encuentra amenazada por la pérdida de hábitat, producto de la deforestación, y actividades como la cacería y el tráfico ilegal. Se estima que un tercio de las más de 30 especies presentes en el territorio colombiano se encuentran en peligro de extinción. Para ello, incluye tres cuadros pintados por la bióloga estadounidense Sara Bennet, el diminuto y delicado esqueleto de un mono tití, montajes en taxidermia –el arte de disecar pieles de animales– y cráneos de diferentes especies de primates. Estas piezas dialogan con las imágenes de Martínez, que van desde idílicos países del Amazonas hasta íntimas escenas con las “historias de micos”, maikuchiga en lengua Tikuna. La fotógrafa define este trabajo como “el registro visual de un enriquecedor viaje a la selva, en el cual se unieron la experiencia de vida, la biología y la fotografía para descifrar el lenguaje que está más allá de las palabras”. Ciertamente lo logra. A través de su cámara, cuenta las historias de estos seres carismáticos, superando la barrera lingüística que los separa de los humanos. Son historias felices como la de Rocío, una mico churuco hembra que fue rehabilitada y luego liberada en la selva tras ser rescatada en Leticia. Pero también hay historias tristes como la de Mario, otro churuco que murió cuando apenas era una cría, un ejemplo del destino que corre la gran mayoría de los pequeños primates que son separados de sus madres para convertirlos en mascotas. Llega a este poderoso efecto al poner el foco de sus fotografías en la mirada de los monos, a veces desprevenidas, a veces tristes, consiguiendo que el espectador se cuestione sobre si estos criaturas tienen o no alma. Es como si los primates hablaran, solo que a través de sus ojos expresivos, sin necesidad de las palabras. El trabajo de Martínez resulta tan bello porque, en el fondo, con su cámara logra humanizar a los primates. Sus imágenes revelan a unos seres muy parecidos a los hombres, con los cuales no es difícil establecer una conexión. Lo único que hay que hacer es escuchar –o mejor ver– las historias que ellos tienen que contar.

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  2. "Primates Amazónicos"
    Museos en Vivo. Unradio. Febrero 2015
    La exposición “Primates Amazónicos Maikuchiga” presente en el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de Colombia busca convertirse en una herramienta de divulgación de la diversidad de primates colombianos, con el objeto de sensibilizar y concientizar de la importancia ambiental de primates afectados por el tráfico ilegal de fauna silvestre en Colombia. Los visitantes a la exposición encontrarán imágenes inéditas de la fotógrafa Angélica Martínez, de primates neotropicales rescatados y rehabilitados junto con paradisiacos paisajes de la región de la Amazonía, cuadros pintados a mano por la primatóloga Sara Bennet, montajes en taxidermia del Museo de Historia Natural y cráneos de primates pertenecientes a la colección del Instituto de Ciencia Naturales. Cada uno de estos recursos muestra la riqueza en biodiversidad de la selva Amazónica colombiana así como la alteración constante de la dinámica natural de los ecosistemas en los que habitan los primates.
    Invitadas: Diana Guzmán Caro, Bióloga y presidenta de la Asociación Primatológica Colombiana, y Verónika Rocha, bióloga y coordinadora de públicos en el Museo de Historia Natural

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  3. "Primates amazónicos en riesgo de extinción"
    Agencia de Noticias UN. 29 de agosto de 2014
    La Amazonia es la región con mayor riqueza de primates en el mundo; específicamente la colombiana tiene aproximadamente 20 especies, de las cuales un 28 % están amenazadas. Para la investigadora y presidenta de la Asociación Primatológica de Colombia, Diana Carolina Guzmán, aunque Asia o África pueden superar este número, eso no significa que no se deba concienciar a la sociedad colombiana. Precisamente generar conciencia es lo que busca la exposición temporal “Primates Amazónicos Maikuchiga” (historia de micos en lengua tikuna), organizada por el Museo de Historia Natural de la U.N., bajo la gestión de la Facultad de Ciencias, el Instituto de Ciencias Naturales y la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural. A través de 29 fotografías de Angélica Martínez, integrante de la Fundación Maikuchiga, tres ejemplares en taxidermia, esqueletos y ocho cráneos, los organizadores buscan hacer un llamado de atención sobre la alteración constante de la dinámica natural de los ecosistemas en los que habitan los primates. Cada foto, afirma la comunicadora y responsable de las imágenes, cuenta la historia de cada ejemplar víctima de tráfico de especies. Estos mamíferos llegan a la Fundación para ser rehabilitados, pues han sido víctimas de la deforestación a causa de la expansión humana, la cacería y las actividades agrícolas. No obstante, a pesar del gran tamaño de la región y su buen estado de conservación, hay áreas en las que se pueden generar riesgos de extinción. “Solo en el departamento del Amazonas (que tiene entre 13 y 15 especies) hay 12 con preocupación menor y 3 con grado de amenaza. Sin embargo, esto no es un mensaje de tranquilidad ya que de preocupación menor se puede cambiar a vulnerable o amenazado si no se hacen más esfuerzos por conservar la Amazonia”, agrega la investigadora. El profesor Hugo López, miembro del Grupo en Conservación y Manejo de la Vida Silvestre de la UN, señaló que entre las víctimas más comunes del tráfico de animales, se encuentran las especies de medianos y pequeños mamíferos. En la colección que tiene la U.N., existen 408 ejemplares de aproximadamente 30 especies, dentro de las que se destaca una de primates nocturnos, determinada en 1954. “Esta es una colección complementaria de otras internacionales y de Colombia, como la del Instituto Alexander von Humboldt”. Un problema mundial. Según la Secretaría Distrital de Ambiente, en el mundo un aproximado de 30.000 primates son comercializados para atender la demanda de mascotas, zoológicos y laboratorios. Si se cuentan estos mamíferos junto con los más de dos millones de aves, dos millones de reptiles y alrededor de 6.000 peces ornamentales, se estaría hablando de movimientos de hasta 10 billones de dólares anuales por tráfico. Chimbilos, churucos y chiriris, entre otros primates, y árboles de Ceiba, serán los protagonistas de esta exposición que permanecerá abierta al público de manera gratuita, en el Museo de Historia Natural de la U.N. La exposición fotográfica, en la que se conjugan el río, el bosque tropical húmedo y los primates en completo equilibrio, quiere, así mismo, dar a conocer la magia de aquel místico lugar que ostenta la merecida denominación de “Pulmón del planeta”.

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  4. "El mapa de Colombia que dibujan las exposiciones".
    Bogotá DC, 5 de septiembre de 2014. Agencia de Noticias UN.
    El equipo de trabajo de la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural de la UN gestiona y despliega diversos proyectos museográficos en tres ámbitos de influencia: el campus, la ciudad y las regiones. Se trata de museólogos con un amplio sentido de la geografía. Como en la época en que descubridores y conquistadores se adentraban en la inhóspita y virgen tierra americana, ellos van hasta el rincón más alejado del país llevando cultura a esas comunidades olvidadas, muchas veces perdidas en el mapa. Es su forma de hacer patria. Su campo de acción natural es la Ciudad Universitaria de la Sede Bogotá, el campus capitalino de la UN. Allí desarrollan toda suerte de acciones encaminadas a la puesta en valor y la apropiación social del variado y complejo patrimonio cultural que poseen: desde los 17 edificios declarados Bien de Interés Cultural (BIC), pasando por sus museos y colecciones, hasta el legado académico de los científicos e intelectuales que pasaron por sus aulas [...] En 2006, el Gobierno cedió el Claustro de San Agustín a la UN y casi desde entonces funciona como espacio expositivo y sede del Sistema de Patrimonio Cultural y Museos, antecedente directo de la DMPC. Según Carlos Diazgranados, coordinador del área de museografía, los proyectos que allí se desarrollan tienen como objetivo proyectar el patrimonio y el conocimiento generado por la comunidad universitaria a públicos más amplios. Muestra de ello son las exposiciones “Colombia en tiempos de la Gran Guerra” y “Saberes de pupuña. El chontaduro en la Amazonia”. La primera presenta el análisis de la Primera Guerra Mundial desde el Departamento de Historia de la UN, pues lo consideran un período de suma importancia para este país, inmerso en un proceso de paz. La segunda abre un nuevo ciclo museográfico que busca recuperar saberes ancestrales, pues, según el profesor Edmon Castell, director de Museos y Patrimonio Cultural, “sin memoria no hay innovación”. Así, desde este edificio del siglo XVIII, ubicado en el centro histórico y corazón cultural de Bogotá, se puede decir que la ciudad es el segundo ámbito de acción. Así lo confirman las 38.849 personas que los visitaron durante el años pasado. En 2009, nació el programa Ida y Vuelta [...]. “El propósito era divulgar el patrimonio de la universidad y consolidar un mapa de espacios museográficos”, asegura William Medina, profesional a cargo de la iniciativa. Son proyectos de bajo presupuesto, prácticos y adaptables, que abordan las diferentes condiciones de la geografía. Sobresale la exposición “Mariposas de la Orinoquia”, que en el 2012 se instaló en Quibdó, Buenaventura, Guapi y Tumaco, llevando una muestra de la riqueza biológica del oriente colombiano a la región pacífica. Algo así como conectar al país de extremo a extremo por medio de su diversidad. Ese mismo año comenzó la travesía de “Once mil metros por segundo” por bibliotecas pública en zonas de frontera como Leticia, Arauca, Tumaco, San Andrés y Valledupar [...] Se trata de un programa de promoción de la lectura a través del acercamiento a la ciencia ficción. El profesor Edmon Castell resalta que programas como este son el primer contacto con la Universidad para algunos grupos o comunidades locales en Colombia. “El primer contacto y, posiblemente, el último o el único. En este sentido, la interacción social y transferencia territorial de conocimiento que se logra a través de esta gestión museográfica es, de alguna forma, la materialización de la extensión, la tercera misión, al 100 %”. “Con Ida y Vuelta buscamos una verdadera presencia nacional, que la universidad llegue a los rincones más alejados del país, donde no hay museos y nunca antes había montado una exposición”, concluye Diazgranados. Es una deuda histórica con las regiones, que estos museólogos tratan de resarcir desplegando su creatividad, dibujando el mapa de Colombia con sus exposiciones.

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