dimecres, 21 d’agost del 2019

SOBRE LA INQUIETANTE DIOSA CURA...

PENSAR Y ACTUAR COMO MUSEÓLOGXS
















Palabras de bienvenida dirigidas a lxs estudiantes de la V Cohorte (2016-18) de la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio.

La siguiente es una pequeña reflexión en voz alta sobre una forma de pensar, sentir y actuar... La de los museólogos y museólogas, me refiero. Una reflexión que inicia a partir de un mito y un arquetipo. No deja de sorprenderme a mí mismo que, para entender el pensamiento y la acción de lxs museólogxs, tenga que viajar en el tiempo para desempolvar a una vieja diosa olvidada... 

Hablo de la diosa romana Cura. 

A continuación contaré el mito de Cura no sólo para reivindicar una Diosa olvidada -y que se encuentra en los orígenes etimológicos de nuestra profesión-, sino también para destacar el valor de los mitos como fuente de conocimiento en la sociedad y en el mundo de los museos. 

Y contaré el mito de la Diosa Cura tal como lo aprendí y lo recuerdo de la lectura de uno de mis profesores de Geografía, la de la lectura de un texto del geógrafo Peter Gould que había recomendado su amigo y geógrafo también, el profesor Horacio Capel. Ese texto de geografía contaba como Cura era una diosa hermana de la Tierra que se preocupaba por lxs humanxs... Lxs humanxs, ya saben: aquellas cosas hechas con tierra ("humus"). Cura venía siendo una Diosa que andaba un poco preocupada por que sabía que los hombres -y el mundo, claro- son, somos, no solo frágiles sino también mortales...

Ese texto de Gould, que recogía la labor titánica de Goethe, nos contaba que Cura, en síntesis, era una diosa preocupada por la condición humana. 

Y es precisamente este hecho lo que hace, para mi, hace especialmente relevante el mito de Cura -y debería serlo también, al menos, para lxs museólogxs o futurxs museólogxs que van a ser ustedes-. Es, precisamente y a mi modo de ver, la preocupación por la condición humana y medioambiental -como nos recordaban geógrafxs como Gould o Capel, entre muchxs otrxs- lo que debería ser la "fuerza primaria de gran parte del portal motivación intelectual de la investigación científica actual". 

Pero, más allá de esta "fuerza primaria", a lxs museólogxs, el mito de la diosa Cura nos habla de más cosas. Cosas que deberían importar a lxs museólogxs: Por ejemplo, el mito da cuenta del vínculo que existe entre una diosa, ociosa y creadora, y una forma creada. Esa cosa creada que podemos denominar como "lo humano". Pero Cura no es solo la creadora de la Humanidad y de que podamos estar acá conversando acerca de ella... Al repensar el mito, nos damos cuenta que Cura alude a algo que lxs mortales llamamos tener "una responsabilidad". Una responsabilidad que se establece entre una diosa y algo que nosotros sabemos desde nuestro presente que es "lo humano". Lo humano como algo que no viene del mundo de los dioses, sino que procede y está hecho de algo profundamente terrenal como es la misma tierra, el mundo que nos rodea... 

Pero el mito de Cura tiene más capas de sentido... Sin duda, una de esas capas es la que nos sugiere la importancia de los sentimientos. Y de un sentimiento especial, el "sentimiento de pérdida": Cura es, sin duda una Diosa enamorada por la forma que ella misma ha creado. Pero Cura es, también, una Diosa angustiada... Angustiada porque sabe que la forma que ha creado -y que debe acompañar y cuidar- se degradará y, finalmente, morirá... Cura experimenta algo que podríamos denominar como un "sentimiento de pérdida" que, no lo dudo, está en el mismo origen de muchas, o la mayoría incluso podría afirmar, de las praxis museológicas y patrimoniales que desarrollamos lxs museólogxs. De forma más o menos consciente, todas las activaciones y actividades que realizamos lxs museólogxs tienen que ver, de alguna forma, con este sentimiento que, como nos recordaría el malogrado historiador marxista Raphael Samuel, también podríamos denominar "dialéctica negativa". 

De manera que, como la diosa romana Cura, también me encuentro entre lxs que piensan que todas las cosas y los lugares que nos rodean, de una manera aparentemente contradictoria, están conectados a un "sentimiento de pérdida", a una sensación de un mundo o de mundos que desaparecen. A este "sentimiento de pérdida", algunxs museólogxs lo llamamos -y nos gustaría teorizarlo- "dialéctica negativa". Un sentimiento extraño, no lo dudo, porque nos obliga a ser conscientes que, en nuestra labor de museólogxs, posiblemente no se trata tanto de proteger todo, de patrimonializar todo, de conservarlo todo, de exhibirlo todo... como de ser sensibles a todo y ser capaces de imaginar mundos, como nos sugeriría el gran William Blake, en cualquier grano de arena.

Posiblemente, el mito de Cura incide en esa vieja y repetida idea que "sólo podemos querer, a fondo, lo que sabemos que podemos perder". Como le pasa, por ejemplo, nuestra lengua. Cuando pienso en mi, se que mi lengua materna es una lengua minoritaria que algún día desaparecerá... Reconozco que imaginarlo me llena de angustia pero, al mismo tiempo, esa sentimiento de angustia tiene algo de "performativo" porque, como le sucedió a la misma 
diosa romana con su criatura, sucede que, precisamente porque sé que es mi lengua materna va a morir algún día, la hablo, cuido, la amo y la comparto con otras personas". Como si ese último día hubiera llegado hoy. De forma que el "sentimiento de pérdida" no intenta detener el tiempo ni busca volver atrás... simplemente busca vivir cada instante en un mundo en el que "todo lo sólido se desvanece en el aire" (Berman, 1988).

Es, el de pérdida, un sentimiento plenamente moderno. Impregna el pensamiento y la acción no solo de lxs museólogxs sino de millones de personas que sólo aspiran a entender, usar y vivir en común, todo lo que nos han dado, nos hemos encontrado o hemos creado, y que nos pertenece a todxs: nuestros comunes (-munus, el lexema que soporta la palabra "patrimonio"). "Onmia sunt communia" como gritarían los cristianos revolucionarios del siglo XVI. 

A lo mejor lo único que nos separa nuestro presente del mito -o al menos no nos cuenta el mito que recogió el poeta Goethe-, que nos hace distintos de Cura es que... nosotrxs, museólogxs o no, sabemos que "las formas creadas convierten creadoras". Ese acto generativo y común -de comunidad- que es el acto de creación de la diosa Cura tiene mucho que ver con principios, como el de "natividad", que formularon pensadoras como Hannah Arendt hace no tanto tiempo... Nociones que conectan con debates que, como nos recordaba estos días el economista Guy Standing, tienen que ver con esa clase social que denominamos "el precariado", "los comunes" y toda esa lucha desigual para evitar "la erosión de los espacios comunes [que] tiene efectos negativos en la economía, la sociedad y los valores de la gente". 

Lxs museólogxs somos precisamente esas personas y esa comunidad -profesional y académica- que, como la diosa Cura, tienen y desarrollan unas competencias especiales. Y sucede que, como pocxs otrxs profesionales, lxs museólogxs sabemos identificar, interpretar, conectar, imaginar, representar y activar los "objetos culturales" o "comunes culturales", aquellos bienes o espacios que tienen, o pueden tener un sentido para una comunidad para que formen parte de una larga cadena de relaciones -en el tiempo y el espacio- y no están aislados. 

Por último, ya que en este rato les he hablado de mitos y dioses, vale la pena recordar un viejo proverbio que dice que "cuando reímos, estamos más cerca de los dioses"Yo no se si creo mucho en los dioses y menos aún en solo uno. Pero sí creo, como dijo una vez un cómico del pequeño país en el que nací, en la risa. En esa risa y en esa alegría, la propia y también la ajena de la gente, que alarga la vida... 

Es por ello que les deseo, en los próximos semestres que pasarán en esta Maestría en Museología, que aprendan mucho de los libros y de lxs docentes, que descubran muchas cosas en las comunidades y en los patrimonios de Colombia. Y que, por sobre todo, rían mucho y que nos compartan, y nos contagien, de su risa...


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