ARTE Y PLANTAS SAGRADAS, UNA MIRADA DESDE LAS ARTES
En el 2015 la Universidad Nacional de Colombia organizó la Cátedra por la paz: política, salud y arte para el acuerdo social. Esta cátedra estuvo a cargo de la Facultad de Artes, la Facultad Medicina y la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales. Diseñada por el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Dialogo de Paz y el Centro de Pensamiento Acción de las Artes, su estructura reflejaba un enfoque interdisciplinario y complejo de abordaje de los problemas asociados a la construcción de la paz que estaba iluminado con la presentación de un importante grupo de obras que, desde diversos lenguajes del arte, abordaban distintos caras del conflicto colombiano.
A continuación, sigue la transcripción de la sesión de la Cátedra Ancízar 2015 que desde el lenguaje de las artes fijó su atención sobre plantas sagradas, música y rituales ancestrales. Esta sesión estuvo moderada el profesor Edmon Castell de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia, y coordinador del grupo de investigación en museología, ecocrítica y comunes.
Ciudad Universitaria de Bogotá, 14 de noviembre de 2015
Panelistas:Freddy Chicangana
Carlos Rojas, museográfo de la exposición "Saberes de Pupuña".
Fernando Urbina
Moderador:
Edmon Castell, docente de la Facultad de Artes.
Intervención del Profesor Edmon Castell: Buenos días, hoy en la Catedra Manuel Ancizar hablaremos de arte y plantas sagradas, se dará continuidad a la última sesión, si se acuerdan fue la proyección de la película “El abrazo de la serpiente” y la búsqueda de una planta Sagrada, y en ese sentido lo que vamos a tratar de enfatizar en la sesión de hoy, “arte y plantas sagradas”, es precisamente la importancia que tiene el arte, el patrimonio cultural, los museos, la museografía; para seguir desarrollando algunas de las ideas sobre las que hemos discernido, hablado en las últimas sesiones. Ver como los museos, la museografía y museología son o pueden funcionar como espacios de convivencia; ver como es el espacio museográfico dentro de la geografía política, ver como también la museografía y museología son métodos de trabajo con comunidades, con la comunidad.
Y hoy vamos a hacer énfasis es como el trabajo de los museos, museología y especialmente la museografía y el desarrollo de exposiciones, pues constituyen poderosos dispositivos de intercambio de saberes, lo que vamos hacer es precisamente intercambios sobre saberes y es que a las personas seguramente lo desconocido nos fascina, pero al mismo tiempo nos da miedo. Pues bien para disipar algunos de esos miedos frente a lo que nos es desconocido para articular esos saberes, presentaremos cantos o algunos cantos o algunos poemas a cargo del escritor y poeta Fredy Chikangana y sobre todo desarrollaremos con los otros invitados una conversación sobre una exposición en concreto que toca el tema de las plantas sagradas y es la exposición “Saberes de Pupuña” una exposición que como verán es y fue desde el principio una conversación múltiple, plural, abierta e incierta también, largamente masticada, una exposición que nos demoramos mucho tiempo en desarrollar, creo que fueron aproximadamente 5 años más o menos, o 4 años para poder desarrollar una exposición que se llama “Saberes de Pupuña”, y que posiblemente por este nombre, sean muy poquitas personas las que conozcan a que planta que fruto se refieren la Pupuña, también es conocida como el Pijuayo, también es conocido el Pijuayo como el cachipay, si no me equivoco el nombre científico de la planta sobre esa planta que hoy trataremos a través de una exposición Bactris Gasipaes Kunth, ya los botánicos que estén en este auditorio ya sabrán a que planta nos referimos, pero seguramente a esa planta que es conocida como la planta de los mil nombres y yo solamente sé 4 o 5, y seguramente ustedes la identificaron como el chontaduro.
Hoy vamos hablar entre muchas plantas y frutos, como el de la palmacea que da vida al chontaduro, y yo creo que siempre llevo una encima, miren acá hay un chontaduro, tiene el mismo tiempo desde que diseñamos esta exposición, la exposición de “Saberes de Pupuña” y precisamente este es un fruto, que como podrían ver en mis manos es un fruto ordinario de alguna forma aunque espectacular por su forma y su color especialmente por su sabor y sus características nutritivas, pero es un fruto ordinario, pequeño y desconocido, por eso creo que es muy importante desde nuestro punto de vista de las personas que estamos en al catedra fue importante desarrollar una exposición, es importante hablar en el transcurso de hoy, y es lo que vamos hacer en los próximos minutos. Pero sobre todo el chontaduro y eso es algo que debemos de tener en cuenta y es lo que trataremos de reflexionar y conecta insisto con la película que vieron “El abrazo de la serpiente”, la semana pasada.
El chontaduro es un universo de saberes, para hablar de ese Universo de saberes nos acompañan Carlos Rojas es entre otras cosas diseñador e historiador por la Universidad Nacional sino me equivoco, museólogo prácticamente, y en cualquier caso fue el museógrafo de la exposición de “Saberes de Pupuña”, bienvenido Carlos y pues a la izquierda de Carlos se encuentra Andrea Gutiérrez maestra en artes escénicas de la Universidad Distrital y a acompaña Cesar Ernesto Agudelo que es maestro en artes plásticas de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá; ellos han desarrollado y siguen desarrollando un trabajo bien importante en el departamento del Vaupés con las comunidades precisamente para recuperar estos legados. Estos legados que alimentan ese universo de saberes alrededor de la exposición que les vamos a presentar a continuación “Saberes de Pupuña”. Me gustaría concluir con lo que estoy diciendo pues es una exposición la de “Saberes de Pupuña”, pues es y será un punto de contacto entre personas o instancias, territorios y saberes muy diversos para en últimas mostrar algo de los que nos habla la película que vimos el abrazo de la serpiente; el legado del conocimiento.
El legado del conocimiento pues creo que en últimas trata la exposición los “Saberes de Pupuña”, los cantos que nos narrara y nos cantara Fredy Chikangana a continuación. Y precisamente ser conscientes de ese diálogo de saberes alrededor del conocimiento, la exposición nos obliga a replantear de alguna forma, nuestra forma de pensar, cómo creamos, cómo producimos, cómo distribuimos conocimiento y pues finalmente para concluir nos hace pensar sobre exposiciones de saberes relacionados pues con esos diálogos entre saberes académicos saberes ancestrales pues nos puede llevar a una conclusión, en la que en un mundo posiblemente con pulso, pero especialmente en constante renovación como el que vivimos, las personas en esos momentos una exposición como “Saberes de Pupuña”, una conversación que vamos a masticar a continuación en esta catedra Ancizar por la paz, podemos ver que es posible y es necesario investigar, revisar formatos, equivocarnos, compartirlos, eso es muy importante compartir saberes académicos con saberes tradicionales para interpretar el pasado por supuesto para pensar nuestro presente y sobre todo es lo más importante para seguir imaginando nuestro futuro, porque eso sería una máxima porque sin memoria no es posible la innovación, en fin Bienvenidos todos y pues doy ya la entrada a nuestros panelistas de la sesión de hoy “Arte y plantas sagradas”.
Intervención de Andrea Gutiérrez: Buenos días nosotros queremos contarle a ustedes porque nosotros como corporación Tapioca estamos hablando de la Pupuña, del chontaduro, de exposiciones. Y pues quiero contarles inicialmente que nosotros somos un grupo de artistas, que se interesó en salirse un poco el contexto tradicional en las artes de lo urbano, los mismos pretextos de hacer obra, para entrar en contacto con las comunidades para entrar en contacto con la realidad del país, de esta manera pues aprovechamos un vínculo familiar que yo tengo con el Vaupés, que mi familia es de allá y que algo de indígena todavía tengo y llegamos a Mitú. Estando en Mitú empecé a llamar a la gente a mis amigos a mis personas cercanas y pues al primero que convencí fue a Cesar, entonces estando en Mitú cuando uno llega a Mitú se enamora muchísimo de Mitú, porque se da cuenta de que es una realidad, que es un pasado, que está tan vivo, que pues sus calles cuando llegamos allá no había luz, pero al contrario de esa luz, uno se levanta, uno se despierta y lo primero que uno escucha al lado de los pájaros son muchas lenguas que hablan las personas que van caminando por ahí entonces dentro de esa cotidianidad descubrimos caminando por una de estas calles de Mitú, pues que hay un sitio maravilloso que se llama “Sanvi” San Victorino, y en este sitio es donde se comercializa las futas, la Pupuña y sobre todo la chicha personalmente yo había comido Pupuña, porque mi tío nos mandaba montones de Pupuña pero no me gustaba, luego cuando probé en chica, me enamore de la Pupuña.
La chicha es algo realmente maravilloso porque además que en el momento cuando se comparte se comparte; es una cuña, una cuña es una totuma, se comparte y se conversa, hay un espacio para el diálogo entre ancianos, entre jóvenes y eso me pareció pues fascinante. Y lo más fascinante es que ante un acto tan cotidiano como es tocarse una cuña de chicha entre nosotros que nos conocemos o nos estamos conociendo, pues detrás de esto hay un mundo, un universo muy grande de historias tradicionales que conectan el universo, la razón de ser, la cosmogonía no solo un pueblo o una etnia indígena sino de bastantes no solo del Vaupés sino también de la Amazonía Colombiana. Y a partir de este interés pues nosotros empezamos a conversar con sabedores, con abuelos que viven en Mitú y claro nos contaron historias de cómo llegó la Pupuña a la tierra, porque no es un fruto que sea originariamente de esta superficie y nos contaron historias.
Pero entonces también nos dimos cuenta que la población juvenil, los muchachos, se nota que hay una perdida, ellos no se saben esta historia, muchas veces cuando yo les contaba la historia, ellos me dicen como la sabe usted y yo no, entonces pues ellos vinieron y bueno empezamos a llamar más personas y fuimos convenciendo a artistas y enamorándolos también de la idea y hemos desarrollado varios proyectos desde el 2010 que tiene que ver con ese trabajo desde las artes. Inicialmente hemos trabajando con las artes plásticas, como a través de ejercicios de dibujo con los muchachos que dibujan maravilloso además tiene una capacidad para el dibujo muy chévere y encontrándolos y sentándoles al frente de los abuelos, de los sabedores, en donde los sabedores cuentan la historia y los muchachos trabajaban en el dibujo. Pues ahora Cesar les contara un poco la historia, en este proceso nos encontramos con los sabedores Juanico González, Ismael, mi tío Ismael Ramírez, Esteban, Gustavo González también José González que creo que no está en la foto, y ellos no son personas que hacen las autoridades de un territorio pero son personas que viven en el municipio y saben muchísimo, en 2010-2013 llevamos este proyecto museográfico, desarrollamos este ejercicio que nos llevó al comic, entendimos que el comic les gustaba muchísimo a los jóvenes, y era una manera en que logramos con esa comunión, entonces también llegamos a construir una revista cómic. Lo último que hemos hecho con la historia de esta de la Pupuña de los kubeos, la historia del pueblo kubeo de la Pupuña.
Intervención de Cesar Ernesto Agudelo: Es complejo, digamos no está todo el tiempo en el territorio, digamos en el territorio cada fiesta se está renovando todo esto, toda esta oralidad, entones pues a mí me la contaron y bueno hemos ido como durante algunos años como escuchando el relato de voz de otros sabedores y eso es otra cosa bastante particular no, que los relatos entre un sabedor y otro sabedor aunque sean de la misma etnia cambian entonces pues nada, voy a narrarles la Pupuña desde la etnia Kubea. Y mientras tanto mientras voy narrando van a ir pasando en una serie de imágenes del cómic parte del cómic que hicimos con los chicos indígenas, porque digamos eso es una cosa que nos interesa mucho, como digamos que de alguna manera, intentar enmendar esa brecha que hay entre las antiguas generaciones los abuelos sabedores y los chicos indígenas.
Entonces como Andrea les conto hace un rato encontramos digamos en esto del cómic una herramienta bastante interesante, a los chicos les interesa el comic, y a nosotros pues también nos interesa por la cosa del dibujo, la narración etc. Entonces van a ver imágenes que están en Kubeo y en la parte de abajo esta la traducción al español, ahora la otra cosa que hay que tener en cuenta es que los mitos, es decir, es todo una historia, la etnia tiene toda una historia, no es fragmentada como nosotros lo hacemos en occidente que podemos fragmentar tranquilamente en un libro; un cuento, dos cuentos, tres cuentos, no sé, resulta que los indígenas tienen todo un universo dentro de ese universo, nosotros hemos extraído una pequeña parte que son las mujeres de Kubay, y dentro de esa parte de las mujeres de Kubay está la historia de la Pupuña, entonces empieza más o menos así:
Kubay estaba buscando mujer, porque estaba muy solo, entonces recorría su territorio, ese territorio es perfectamente reconocible en este momento; nosotros visitamos algunos sitios. Kubay en este recorrido pues echándole ojo a una mujer también hacia otras cosos como pescar, recolectar frutos y hablar con sus parientes que eran los animales, hablaba con la tía lagartija, hablaba con un tío el pájaro como una especie de gorrión, una cosa así, hablaba también con sus tíos Wheels etc. y le preguntaba dónde habían mujeres donde podría encontrar mujeres, ellos pues le daban algunas indicaciones, pues igual el seguía caminando, caminado por el territorio. Y en algunas de esas andanzas al pasar por un paraje empezó a escuchar que lo pispiaban “pis pis pis”, y el pero que es esto; miraba para todos lados y pues no sabía, no encontraba quien estaba como llamándolo, dejó así ese día siguió como en sus labores de caza, de pesca.
Al día siguiente volvió a pasar por ese sitio le quedo como la espinita y vamos a averiguar qué es lo que pasa por ese sitio y volvió otra vez “pis pis pis”, y al fin detecto que ese llamado partía de un árbol, de un árbol de guangzhou y ese árbol pues nada; el empezó como acariciar y dijo bueno que pasa con este árbol y dijo voy a llevármelo, lo corto y se lo llevó a la abuela, la abuela Tucán para que por favor le ayudara hacer la mujer, bueno el lauro, lauro digamos como muy burdamente como a la mujer pero le solicito a la abuela que le hiciera como las partes de adentro como las entrañas, y la abuela le hizo todo eso. Salió la primera mujer de Kubay “Toetoromio”, yo no lo pronunció bien pero es más o menos así “Toetoromio”, ella convivió con él en su Maloca, y de pronto ella empezó a tener amoríos con un tío, con tío, el tío pato, ella iba como por el pescado, el tío pato le regalaba algunos peces pero buscando como sus favores sexuales y en alguna de estas, le dijo ven súbete, toma estos pescados, subió y se fue en la Canoa.
Y el llego donde los chulos, y donde los chulos él le dijo mira les tengo una mujer, se las vendo, se las cambio por algo, hicieron la transacción y toetoromio se quedó hay con los chulos. Kubay muy desesperado buscando su mujer por todo el territorio ande ande y finalmente alguien le dijo mira esta donde los chulos, y él se puso un traje, se vistió de viejito y se fue a buscarla, llego allá, ella ya tenía hijos de los chulos, estaba preparando una Quiñapira que es un caldo de pescado picante, ese todavía se puede comer en la Maloca de Mitú, muy rico y entonces él empezó como hablar con ella, a pensar cómo podría llevar de ahí, de donde los chulos, ah y le dijo ese fuego que tienes está muy débil ven y traemos leña, con los chicos trajeron leña. Y entonces se dio cuenta que la quiñapira que estaba haciendo era de gusanos, pues los chulos son aves carroñeras, y entonces el finalmente se descubrió como Kubay, ella se sorprendió muchísimo y se la llevo, la cogió y se la llevo, no sé qué pasó con los hijos, ahoritica estaba pensando que paso con los chicos, pero bueno se la llevo y siguió conviviendo con ella pero toetoromio olía maluco, muy maluco, había cogido el olor de los chulos, entonces él le dijo un día toetoromio vamos a dar una vuelta por la selva, por el bosque, ya tenía todo planeado tenía había encontrado como una Colmena de abejas en un árbol ya podrido, y le dijo eh ayúdame a sacar la miel por favor, entonces ella se agacho y Kubay la empujo y ahí se quedó toetoromio, no sabemos que más paso con toetoromio.
Después pues el siguió buscando mujer, encontró otras mujeres, pero un día andando, el las encontraba y las perdía, pero un día andando vio a unas mujeres bellísimas; tres mujeres muy muy hermosas y entonces intento cogerlas, pero ellas salieron corriendo velozmente y cayeron al río y se fueron. Entonces fue y le preguntó como a un tío o algo así, como hacía para cazarlas, para cogerlas, entonces él le dijo has una trampa enredadera. Entonces él fue al sitio e hizo la trampa de enredaderas y al otro día llegaron las tres chicas muy bonitas a comer, a comer como unos frutos que había en ese sitio específico, y él salió a cogerlas y cuando salieron corriendo entonces una sola chica quedo enredada del cabello. El la cogió, la chica era muy esquiva también con él y le dijo Kubay no vayas a intentar poseerme porque puedes morir, y el entendió la cosa, pero venia del mundo de los peces, era la mujer piraña. Esta mujer piraña se fue con Kubay, Kubay le dijo ve tu adelante me puedes atacar y comer y entonces él iba detrás.
Llegaron a la Maloca y entonces pues él pensando, fumando tabaco con los abuelos pensando cómo podría poseer a la mujer piraña a “Yuremarike” se llamaba y entonces le dijo el abuelo Yakare, al abuelo caimán, por favor abuelo no te vayas acercar a mi mujer, no te vayas acercar a Yuremarike porque te puede ir mal, Kubay se fue como a seguir pensando, y entonces el abuelo no hizo caso, y el abuelo intento tener relaciones sexuales con ella y ella le comió el estómago, cuando llegó Kubay dijo pero abuelo que has hecho, entonces dijo como puedo salvar a mi abuelo, los hecho al río cogió unas hojitas se las coloco en el vientre y de ahí salieron los yakares, los caimanes, si ustedes se han dado cuenta los yakares tienen como unos bultos en el estómago, de allí salieron los yakares. Entonces Kubay había pensado y sabia como poder poseer a yuremarike, entonces él lo que decidió fue Basbarquearla, que es basbarquear es pescar con un veneno, con una planta venenosa, entonces él la basbarqueo, y a yuremarike le salieron como todos los peces del vientre y ya pudo poseerla, entonces yuremarike le dijo ¡oye! pero sería bueno que conocieras a tus suegros, entonces dijo bueno listo vamos, programaron todo el viaje y en eso difieren como los diferentes sabedores, unos dicen que simplemente se montaron en una Canoa y se fueron a la Maloca de los peces, otros dices que se comieron como algo y como que pasaron de una dimensión a otra, el hecho fue que llegaron allá donde los suegros.
Los suegros estaban enojadísimos porque pues él se la había robado y pues había sucedido otro incidente con un wio que kubay había asesinado, entonces kubay pues nada él era poderoso tenía sus poderes. El llevo a los suegros unas hormigas pero llevo muy poquitas “cuatro hormiguitas”, entonces los suegros le dijeron bueno Kubay que has traído de presente el presente, dijo estas hormigas, ¡tan poquitas!, no te preocupes y Kubay soplo y en este momento lleno toda la Maloca de hormigas. En ese momento entonces estaban haciendo una fiesta de la Pupuña, porque ese árbol, esa palma es del agua, es de allá, entonces Kubay y se dio cuenta de esa pepa, dijo fascinante tener esta Pepa allá en la tierra que allá no tenemos casi comida, entonces él hizo un truco y al fin obtuvo la pepa. Y entonces lo primero que él hizo fue buscar dónde esconderla, entonces empezó a esconderla en todos los lugares donde nosotros tenemos huequitos y que precisamente ahí en esos lugares tenemos ganglios y no la podía esconder ahí, sigo pensando como más y se la comió, entonces le dijo a Yuremarike vamos ya, me acordé que tengo que ir a visitar mi chacra, me acordé que tengo que ir a hacer unas cosas a mi Maloca, vamos ya, entonces se fueron, cuando llego, él fue a un sitio, que uno lo puede ir a visitar en este momento, defeco y salió la pepita de la Pupuña, le dijo la abuela lagartija por favor siembra esta pepa, para que podamos comer de un árbol, de una fruta súper deliciosa que aquí no tenemos.
La sembró y empezó a crecer esa Pupuña a crecer y a crecer, dicen que llego hasta el cielo, entonces no podían ver los frutos, entonces kubay le dijo a los ratones suban por favor por la Pupuña, y entonces díganme si los frutos ya están maduros, los ratoncitos se fueron y se quedaron allá comiéndose las Pupuñas, entonces kubay dijo esto no puede volver a pasar, entonces se quitó un pelo de su axila y la coloco en la palma de Pupuña, y por eso la Pupuña ahora está llena de espinas para que los ratones no se suban para comerse la Pupuña. Entonces dijo como hacemos para saber si está madura la Pupuña, le dijo al tío canario, algo así, ven canario tu puedes subir hasta la copa, yo sé que es muy alto pero tú puedes has el esfuerzo, entonces subió y subió, el canario silbo y esa era la señal de que ya estaba la Pupuña, entonces fue cuando Kubay con su mano poderosa “pa” el tronco gigantesco, gigantesco, gigantesco cayo y formo algunos de los ríos del Vaupés, y la Pupuña como esta en la imagen se repartió para todo el mundo y esa es pues en resumen la Historia de la Pupuña que me habían contado los buenos del Vaupés. Gracias.
Intervención del Profesor Edmon Castell: Pues bien ahora lo que vamos a tratar de hacer, es como se puede traducir, como se puede articular esos conocimientos, esos saberes ancestrales, esos legados de conocimiento en museografía, como la museografía puede traducirlos para de alguna forma ampliar, articular esos mundos con nuestros mundos Carlos cuando quieras.
Intervención del Carlos Rojas: Buenos días, todo eso que nos acaban de contar todo ese mundo que imparte nosotros no suena intrincado y confuso en algún momento, acá los compañeros de la de la corporación tapioca llegaron al claustro, la sede de la dirección de museos de la universidad a comunicarnos en parte el trabajo que ellos habían adelantado, pues un trabajo que ya nos mostraron con las comunidades directamente con ellos, pero aparte de eso digamos que todos los relatos que ellos nos contaban venían acompañados de toda esa mitología intrincada que tenía detrás, un fruto que para nosotros los bogotanos pues es bastante desconocido, la idea era generar una exposición, en el claustro de San Agustín en un comienzo era una exposición netamente fotográfica, que mostraría el trabajo de la corporación tapioca y el proyecto quedo allí. Digamos que quedo en parte estancado las dinámicas propias del claustro hicieron en un momento quedara como en la nevera pues el proyecto. Tenías unas olas de reactivación digamos que cada 6 meses volvíamos a empezar otra vez a trabajarle, otra vez pasado algo y se congela, hasta que en algún punto ya digamos teníamos como los elementos para empezar a producir y a pensar que fue lo que más tiempo llevo, una exposición que alguna manera empezar a traducir esto, cierto, todo este mundo amazónico que para nosotros es muy desconocido desafortunadamente, a un espacio, a un espacio específico que la gente recorrieran, es decir, una exposición entonces empezó a proyectar la exposición, en un principio se llamó “Saberes de Pupuña”, era un nombre que ya la coorpiotapioca había manejado en un proyecto que se llama igual “saberes de Pupuña” y se le agrego solamente el chontaduro en la Amazonía.
Ese fue como tal el proyecto, y empezamos a madurarlo, este es el claustro de San Agustín, no sé si todos lo conozcan, donde quedaba la dirección de museo y patrimonio cultural, pues es un espacio muy central con un entorno bastante definido, cierto, un contexto colonial, en el que había que pensar en una exposición precisamente que no tuviera mucho que ver con la colonial que no tenía nada que ver con eso sino que era traer un una pequeña parte de la Amazonía a un edificio netamente colonial y pues a un contexto obviamente urbano. Se formularon unos objetivos como en todo proyecto expositivo, cierto, que era dar a conocer el potencial alimenticio e industrial del Bactris Gasipaes Kunth y a partir también de un proyecto de habían generado unas chicas de farmacéutica ingresadas de Universidad Nacional, visibilizar la importancia de la Pupuña en el universo cultural y mitológico de los pueblos amazónicos, cierto, que era todo eso todo ese contexto que tenía un fruto tan pequeño como es la Pupuña, pero qué es un contexto gigantismo que también queríamos comunicar de alguna manera. Mostrar el patrimonio inmaterial de las culturas amazónicas depositarias y transmisoras de la memoria social y cultural de los pueblos indígenas, es decir, esta mitología era desarrollada y pensaba por un alguien, unas personas como tal que durante mucho tiempo habían madurado un saber inmaterial.
Resaltar la importancia estética de la cultura material amazónica, esto digamos que también tiene que ver con la posibilidad estética que tiene todo el Amazonas como una estética propia de lo que sería nuestra cultura, por así decirlo, como a partir de todo ese contexto amazónico se puede crear algo que diseño museográfico y diseño gráfico sea atractivo y sea pues chévere. Y por último visibilizar a partir de la Pupuña el conocimiento de la diversidad y comportamiento de las especies vegetales y animales, así como el manejo equilibrado del medio ambiente, uno de los mayores aportes del hombre amazónico al mundo, digamos esto tenía que ver con que lección nos deja esa relación muy cercana que tiene el hombre amazónico con la naturaleza que desgraciadamente nosotros ya hemos perdido. Entonces también como en algún momento esto se podía comunicar a través de un proyecto expositivo. Digamos que la dinámica del trabajo siempre la dirección de museos era la de sumar la mayor cantidad de entidades posible en un proyecto común, es decir, que no era una comunicación unidireccional de un museo a un público; si no como muchas personas profesionales e instituciones se podrían sumar en post de un proyecto expositivo, digamos que saberes de Pupuña logro concretar eso y es que varias personas, varios puntos de vista lograron configurarse a través de un relato museográfico.
El proceso de implementación de las exposiciones que es similar a lo que se hacía con todas las exposiciones en el claustro, era llegaba a una estancia, en este caso fue coorpotapioca, cierto, nos comunicaba una serie de inquietudes, nos comunicamos lo que ellos querían expresar, el SPM lo que producía a través de un trabajo como repensar con corporación tapioca, se produce un proyecto museográfico como ya vimos con unos objetivos, con unos presupuestos, porque todo se tiene que traducir en algún momento en plata, proyectado un espacio con unos temas y ya pensando en cómo sería una exposición que comunicar, el proyecto se maduraba entonces teníamos una versión1.0, versión 2.0, 2.5, 2.7, hasta que por allá creo que en la punto 5 estamos ya más o menos situados en lo que queríamos, en parte eso es bueno porque habla de que era un proyecto vivo, es decir, no sé tenía una idea monolítica desde el comienzo, y esa idea era con la que nos íbamos a casar sino que el proyecto fue variando y cambiando según la gente que llega a él, y también según el tiempo entonces esa dinámica en un proyecto de exposición es chévere, en cuanto que puede dar para repensar los objetivos y repensar que te quería. En algún momento se pensó una exposición netamente fotográfica, en algún momento ya dijimos no esto también tiene que ser interactivo, el público del claustro eran niños en su mayoría entonces también como se les llega a ellos, tiene que haber interactividad, tiene que haber un público objetivo, se tiene que pensar para ese público objetivo una exposición, cierto, el público el museo ya no son los intelectuales del siglo XIX, sino que esto ya es para gente que tiene otra forma de pensar y para la que este mundo es lejano, pues para un chico de un colegio de Barrios Unidos este mundo es distinto y había de pensar la forma interactiva que le comunicará.
A esto se les vincularon más investigadores el profesor Fernando Urbina, por ejemplo, la curadora y museóloga María Eugenia Yllia, que es peruana, que también había trabajado mucho el tema Amazónico, y con esto lo que se hace es una potencialización del proyecto y se sitúa en un espacio que para nuestro caso del claustro de San Agustín, que desembocaría en una exposición. Este es el espacio del claustro, un espacio cuadrado, un espacio netamente occidental por así decirlo, se pensó primero en una de las salas del primer piso no se alcanzan a ver porque es pequeña, cuando maduro nos dimos cuenta que el proyecto rebasa al espacio, entonces se traslada al segundo piso y se hace algo que no se había hecho en el claustro que es unir dos salas para una sola exposición, entonces esto iba hacer una exposición grandes, eso en términos de diseño requiere más trabajo, en términos de investigación requiere más contenidos, pero en términos de un proyecto final quiere decir que se pueden crear unos recorridos mucho más atractivos para la gente y mucho más complicados, el hecho que el recorrido se ha complicado genera muchas más reflexiones de un visitante. Se tradujo en zonas, cierto, en una zona con una introducción y generalidades, en esas generalidades digamos que estaba una historia, la historia clásica de como los españoles descubren el fruto como lo clasifica, digamos esta clasificación científica de un fruto que para ellos incluso parecía bastante curioso, y que veían que era para los indígenas bastante importante.
A la clasificación científica, aparte se agrega algo que nos pareció chévere y es como desde el Amazonas mismo se había configurado; una clasificación de las Palmas, esto se materializo en una serie de dibujos hechos por Abel Rodríguez, si no estoy mal, en el que se configura como ellos clasificaban las plantas, es una visión distinta a la científica pero que también nos muestra que a la hora de clasificar cualquier rama es válida, cierto, ellos también hacia una taxonomía propia de su fruto y creo que tienen más derecho hacerla de la que hicieron los científicos. Y aparte había un segundo espacio que era el de los saberes, cierto, que al comienzo no teníamos muy claro cómo iba a ser, en el iban a estar unas mascaras de sábalo, que trajo la curadora María Eugenia Yllia, teníamos el concepto del baile del Pijuayo como el ritual en donde se cosecha la fruta, aún no lo habíamos concretado bien o como se iba a traducir, teníamos claro que habia una cosmogonía y teníamos claro que hay un aprovechamiento industrial sostenible que se puede hacer del fruto, que es de este trabajo que les comento que hicieron unas egresadas de la universidad.
Y por último teníamos el espacio lo que cuentan los abuelos que era ese trabajo de campo que había hecho la corporación tapioca, y que en parte era la base de donde se había construido toda la exposición y todo el proyecto. Entones teníamos un espacio, cierto, a ese espacio le agregábamos un límite, cierto, es un espacio limitado, cuadrangular por así decirlo, cartesiano si se quiere, a ese espacio le agregábamos unas zonas, es decir, los temas se convertían en zonas en un espacio, esto es importante porque ya no es un texto como nosotros tenemos en la cabeza sino que se tiene que convertir en algo que la gente recorre. Entonces a esto también se le agregaba un recorrido, que al comienzo era lineal; entonces teníamos el texto que primero había una introducción, después habían unos saberes y después había una conclusión, pero el espacio en parte por las políticas propias de la dirección era que las puertas no se cerraban de ningún espacio, entonces el mismo lugar daba un recorrido que se podía hacer de inicio a fin o en teoría de fin a inicio. Entonces también plateamos la exposición para que uno pudiera entrar por la conclusión y salir por la introducción y viceversa; esto digamos en términos de diseño era un poco chocante porque teníamos que narra de una forma coherente pero en términos gráficos fue chévere porque la gente decía como se comía la exposición, por así decirlo.
Empezamos a desarrollar ya a lo gráfico como si iba a traducir, cierto, en la primera etapa del proyecto se desarrolló una idea gráfica para la exposición, como le decía cada vez que retomamos llegamos con ideas nuevas, a mirar como lo plasmábamos, entonces hubo casi cinco identidades distintas, esto quiere decir casi cinco formas de pensar gráficamente la exposición hasta que nos cagamos llegó a una final. Para la cual se desarrolló una tipografía específicas, digamos que en algún momento nos dimos cuenta que la tipografía existentes no llenaban como las necesidades de comunicar lo que se quería; entonces nos basamos en el material de la yanchama, un material usado por artistas amazónicos para ilustrar sus propios mitos y leyendas, y a partir de este material intentamos generar un trazo propio para una tipografía propia que fue la que finalmente se convirtió en la identidad de la de la sala. Empezamos a mirar esto ya tridimensional como se hace, entonces ya teníamos un espacio plano, cierto, bocetado, rayado mil veces, como esto se proyecta a un espacio tridimensional, esto ya pues tiene una serie de retos y es ya como ubicó las piezas, como van hacer los recorrido, cierto, como en la misma prosémica del espacio en cuanto a qué va estar lejano que va estar cerca, que va estar en piso, que va estar en el techo del museo, ya la idea de museo de simplemente una fotos colocadas linealmente, pues eso ya hoy en día no comunica mucho, tenía que ser un espacio dinámico y altamente interactivo. Esta sería como la primera entrada a los primeros como objetos tridimensionales que se generaron, teníamos unas piezas propia de la colección de la Universidad Nacional de la colección del museo Organológico, que son los Maguares, entonces también teníamos que situarnos, se pensaba también interactivamente cómo iba hacerse, obviamente no teníamos un presupuesto para generar mil pantallas LED, donde todo el mundo pudiera hacer mil cosas, si no como a partir de una interacción económica, por así decirlo, podíamos lograr una gran cantidad de interactividad con el tema. Esta ya es la etapa de montaje donde todo el panorama es lo más oscuro posible porque no creo que nunca acabar pero se acaba, y este es el mismo espacio ya finalizado.
Entonces tenemos un espacio de entrada cierto de bienvenida; es un espacio neutro y digamos esto también se pensó mucho, de que todo el recorrido tuviera varios ambientes pues para que no fuera aburrido y matutina sino que yo cambiará de ambientación cada vez que entra un tema nuevo, entonces este tema era como la introducción, las generalizadas, se pensó un rompecabezas, se pensó en una conceptualización digamos algo típica antropológicamente de cuando se había descubierto el fruto etc., la descripción del fruto, la descripción científica, la descripción digamos de toda esa cantidad de elementos de vitaminas y químicos que tiene el producto, pues que uno no tienen ni idea, las palmas que les decía; una clasificación hecha por la comunidad indígena qué difiere mucho pero que no difieren cuánto que también necesita clasificar y organizar pareciera un impulso natural humano, ese era el primer espacio. Y se accedía al segundo espacio algo que nos costó mucho madurar una idea, y era configurar un espacio central de toda la exposición, este espacio central al final decidimos que podía ser una maloca, esta es la entrada a la maloca, entonces se generó a partir de una ilustración plasmada gigantografía, digamos esto también se pensó en términos en que uno al acceder al espacio tuviera que agachar la cabeza; Mario Aguilar nos explicaba que esto era escencial porque no tenía como que hacer una especie de reverencia, entonces la entrada mide menos de 150 centímetros, entonces de 150 centímetros uno agachaba un poquito y entraba a un espacio completamente distinto. Era un espacio que las fotos que usamos quedan de Mario Aguilar transmitiendo un espacio oscuro, un espacio en parte más que tenebroso, era como que ciertas cosas de las que llama la atención y no un espacio iluminado, sin un espacio muy qué focalizaba en ciertos puntos la información.
Entonces intentamos como hacer una, no una escenificación, sino como una especie de abstracción gráfica de lo que sería una maloca en su interior; cuando uno entrada, y volteaba a mirar desde donde había entrado, entonces había un video gigante que lo recibía que era una maloca, esta si de verdad, dónde se representaban o donde estaba un baile del ritual del pijuayo, entonces el mismo Sonido, era el que ambientaba todo el sonido de la maloca, y pues digamos que casi uno sentía que la maloca se movía porque era un video muy grande, y proyectaba eso. Se usaron unas máscaras de unos trajes de la fundación tropebos internacional, pues digamos que proyectaban en una especie de personajes importantes dentro de la maloca, algunos de los comentarios de la bitácora de visitantes algún chico de colegio escribía que las máscaras le daban mucho miedo pero que en general de la exposición está bien, es decir, se alcanzaba a mover algo emocional en la entrada a la maloca, y si las máscaras si eran bastante imponente y bastante teñibles.
Como les decía se proyecto interactividad en algún punto, en una vitrina estaba la pieza central de la exposición que es una yanchama pintadas por el artista peruano Víctor Churay Roque, esa yanchama nos pareció muy atractiva porque era casi una infografía de todo lo que tenía alrededor de la fiesta de Pijuayo, en un lenguaje muy propio amazónico, se explicaba de una manera, lo que les digo de una manera infografica, como era toda la fiesta, cierto. Ahí está la yanchama, y la yanchama lo que se hizo fue proyectarla en un muro gigante, y generar de una infografía como la explicación, entonces se situaron unos números, unos indicadores que al consultarse en la pantalla, pues decía y tenía como galerías fotográficas, donde se expresaba más de la explicación de todo el ritual, que es bastante complejo, digamos que era muy complejo solamente poner la yanchama con una ficha técnica y ya, sino que decimos que esto había que explicarlo de alguna manera. Luego se pasaba a un último espacio, que era un espacio ya neutro o través, cierto, se salía de la maloca, pero que era un espacio que buscaba recrear el rio, como nos explicaban el fruto como tal viene del rio, su mundo natural es el rio, y es extraído para el hombre desde allí, entonces como expresábamos de alguna manera eso, entonces se usaron estos peces que desafortunadamente no se ven bien pero en detalle es una cosa muy, muy, muy bien hecha, cierto, son unas reproducciones en balso pintadas con acuarela, por un artista indígena que es un detalle magnífico pero de una delicadeza pues muy muy complicada, en términos de conservación digamos que fue bastante complejo, como usar los peces sin que estuvieran expuestos pero que fueran digamos accesibles, se decidió al fin una manera segura y hermética exponerlos pues porque le digo acuarela sobre balso y eran bastante delicados y por ende bastante bien logrados.
Y en este espacio había un relato de un mito que nos va a transmitir el profesor Fernando Urbina sobre cómo Boyaima, este pájaro hombre, que ustedes ven hacia mí la izquierda, a su derecha, había extraído el fruto desde el río y lo había llevado a los hombres, entonces hicimos unas 5 o 6 viñetas que tradujeran el mito, pues que también se iba contando en las palabras propias del profesor Fernando Urbina que lo había a su vez investigado con una persona que se cita ahí en el texto.
Había un último espacio que es este mas interactivo en donde le digo se comenta el proyecto de dos egresadas del programa de farmacéutica de la Universidad donde se explora la posibilidad Industrial que tiene el fruto para la industria cosmética, lo chévere de este proyecto es que era un proyecto que busca que las comunidad indígenas, le dieran también un provecho económico al fruto, este proyecto lo asesoran el profesor Fernando Urbina y que también mostraba como ellos manejan toda la cosecha, toda la producción del fruto de una forma sostenible, digamos que no es la mentalidad Industrial que tenemos de llegar y acabar o hasta que se acaba, sino como puede ser sostenibles de este tipo industrial y como se puede generar recursos a partir de ellos. Entonces el espacio mostraba como se habían desarrollado unas técnicas pues loquísimas para la extracción propia del fruto, como lo explicaba Cesar es una palma altísima, entonces todo el aparato tecnológico que se había diseñado para acceder a la palma, para acceder al fruto, entonces esto se explica en algún momento como se hacía la extracción, como el proyecto nos parecía bastante ilustrativo.
Al final como conclusión o como introducción, dependía la elección del visitante, estaba la contextualización que ya nos comentaron del proyecto de la corporación tapioca, se mostraba de alguna manera de una forma interactiva a través del video donde un sobador cuenta el mito del origen del chontaduro, y se concluía digamos la exposición pero también se hacía una introducción, como les decía podía tomarse de las dos formas. Se generó pues un material gráfico, que fueron estos plegables que al abrirlo yo lo podía recortar y se convertía en una máscara de sábalo, que estas las máscaras que usan para el ritual del baile del chontaduro, pues ver a los pelaos con esa máscara, saltando y corriendo por toda la sala, era lo más chévere. Ese era todo el recorrido por la exposición, fue una exposición muy muy muy muy bien recibida, tuvo buen impacto en medios y fue generada con unos recursos pocos, no tiene la inyección de capital que tendría un Museo Nacional o un museo de arte moderno o algo así por el estilo, sino que con poco recursos a través de un fuerte equipo de diseño, de un fuerte equipo de museólogos, de un fuerte equipo de investigadores y una idea muy Genial que fue la que ya nos trajeron muy maduras como se configura una exposición.
Aquí tengo unos comentarios de la bitácora, que en parte nos mostraba como si esto tuvo algún reflejo en la gente, entonces por ejemplo la gente comentaba; “si en la cultura afrodescendiente Latinoamérica no sería la misma”, entonces como esto lo asociaban a como esto lo asociamos el chontaduro que es el que vende el negro en la esquina con jugo y todo el rollo, entonces la gente lo asociaba a eso y lo asociaba a la cultura afrodescendiente. Digamos unos de los puntos que quería tocar la exposición, era como venía del mundo amazónico y otra que me gusta mucho que dice: “Para conocernos a nosotros mismos primero debemos conocer nuestras raíces y de donde provenimos son esos espacios que nos permiten explorar nuestro pasado”, entonces un mundo que para nosotros es ajeno, algún visitante lo tomo como propio y dijo son mis raíces, el mundo del que yo vengo. Digamos que estos procesos de apropiación eran los que buscaba de alguna manera generar la exposición, puede que los haya generado puede que no, no podemos concluirlo, pero en últimas es como toda la maduración de un proyecto, de una idea y como se comunica a través de un espacio museo geográfico.
Intervención del Profesor Edmon Castell: Muchas gracias. Esa exposición tuvo consecuencias, tuvo cambios en las personas, yo por ejemplo llego un chontaduro en mi bolsillo desde hace tres años, es llevar el universo en el bolsillo, eso es algo muy importante o comerlo, comía chontaduro y desde ese momento lo como como fruto sagrado algo muy importante. Esa valoración de un concepto de un objeto de un fruto, convertirlo en un objeto patrimonial, es algo que fue una de las consecuencias de esta exposición, es algo de lo que hablaremos a continuación. Pero antes le daremos paso a Fredy Chikangana que nos va a contar y cantar algunos poemas relacionados con otros frutos con otras plantas sagradas. Entonces bienvenido Fredy.
Intervención de Fredy Chikangana: “Da el saludo en lengua Runasimi“, buen tiempo para ustedes hombres, mujeres, hermanos, amigos, en la palabra y en valorar lo que es de nuestros pueblos originarios. Yo voy a compartir algunos cantos de mi gente, algunos cantos que he venido trabajando a nivel de lo que es nuestra lengua “Runasimi”, que quiere decir, el lenguaje humano, pero antes quiero un poco también que nos ubiquemos, porque como estamos hablando de la Amazonía, entonces nos traslademos un poco a la parte andina me gusta a veces hacer como hago con los niños, tratando de tocar el corazón de niños que tenemos cada uno.
Yo soy de la gente Yanakuna Micmac, Yanakuna quiere decir los que se sirven en tiempos de oscuridad y Micmac los que caminan, los que llevan mensajes. Entonces mi gente está en la zona del sur de Colombia, zona andina somos de la familia Quechua compartimos familia lingüística con los Ingas, con algunos hermanos de la algunas palabras que quedaron en la Amazonía y muchas de nuestras palabras que quedan esparcidas a lo largo y ancho de nuestra América. Runasimi que conocemos como Quechua o Quichua, se habla desde la parte de hoy día desde la zona de algunos puntos de Chile, Argentina, Perú, Bolivia, Ecuador y sur de Colombia, afortunadamente es una lengua que está viva se ha logrado ir revitalizando y esperamos que con todos los trabajos de cada uno, podamos hacerlo cada día más visible.
Nuestro mundo Quechua igual como han contado aquí nuestros Machis, nuestros amigos, nosotros decimos nuestros “chakis machis”, nuestros también amigos mensajeros, nuestro mundo sobre todo, nosotros somos gente de coca y tabaco, somos cultura de coca, también tenemos nuestras “wasiy kasa”, nuestras malocas, casas del pensamiento y nuestro mundo, nuestra visión Quechua, no tendría ahorita todo el tiempo para comentarles pero se basa en tres mundos: el mundo de “hanaq pacha” que es el de arriba, todos los seres del arriba, el “kay pacha” que es lo presente, con lo que compartimos, y el “Ukhu Pacha” que es lo que está más allá de la “pacha mama”, lo que podríamos llamar como el Inframundo, que para nosotros no es un espacio terrible sino que es un espacio de creación.
Entonces antes de compartirles algo de estos cantos, a mi me gusta llevar los como a tocar el corazón de niños y llevarlos a nuestras montañas, a nuestras lagunas, a nuestras “Mama Qucha” le decimos nosotros, a nuestras quebradas, al sonido de los pájaros y pedirles el favor que en un momentico, unos dos segunditos, tres segunditos cierren los ojos y nos trasladamos a las montañas, los que no han caminado montaña; imaginarnos esas montañas, entonces pedirle ese favor, entonces yo voy a decir una palabra; porque pues yo soy mensajero de la palabra y a mí me gusta pues a la gente que somos quechua; nos gusta que la palabra vuele y aterrice en algún punto, de ahí que a ustedes aquí en esta zona también escuchan palabras como “taita” que es padre o alguien que tiene una autoridad, palabras como “chuspa” que es un tipo de tejido, hoy en día se le dice “chuspa” a cualquier bolsa, cierto, esa es la debilidad que ha ido perdiendo la palabra, hay muchas palabras como “guagua”, y aquí por Boyacá he encontrado varias palabras que los antiguos Yanakunas Micmac kunas dejaron. Encontré por ahí en algunos archivos como unos Yanakunas se encontraron con unas muiscas, y unas muiscas con otros Yanakunas, y ahí hay un pasaje de la historia que no sea escrito, quiero pedirles eso para que queden palabras y si quedan palabras aquí, yo creo que es muy importante.
Voy a decirle a una palabra que es fuerza, es vitalidad, es permanencia, es el soplo de la vida, nosotros decimos “Munay” “Samay” que es memoria, es pensamiento, pero “Samay” es la fuerza, cuando digo “Samay”, los abualos dicen ¡Samay! (sonido de soplo fuerte), y cuando se dice “Samay” todo mundo entra en un estado de concentración pero una concentración de estar siempre atento y alerta. Entonces cuando digo “Samay” entramos en ese estado de concentración, para entrar en un proceso de armonización, lo que hoy en día se conoce como la búsqueda de procesos de paz espiritual y de paz con la “Pacha mama”, entonces cuando diga “Samay” ustedes cierran los ojos, y al final yo digo otra palabra que es “Jay-yaya” una palabra que es de fuerza, la podemos practicar digamos “Jay-yaya”, cuando decimos “Jay-yaya” la palabra siempre debe ser fuerza, si yo digo “Jay-yaya” es una la palabra que me indica que estoy aquí, estoy aquí, presente, estoy con fuerza, si yo digo “Jay-yaya” (con voz pasiva), la palabra no tiene el espíritu, pero si yo digo “Jay-yaya” (con voz furte), así decimos cuando estamos en reuniones o necesitamos salir a marcha o necesitamos reivindicando nuestros derechos, necesitamos que la gente se anime a pensar por lo propio. Entonces nos paramos y decimos “Jay-yaya” de aquí no nos mueve.
Entonces la primera palabra es “Samay”, entonces vamos a pedirle a ustedes con mucho cariño que cuando diga “Jay-yaya” todos abrimos los ojos y decimos “Jay-yaya”, bueno 1, 2 y 3 “Samay” (sonidos por parte de Fredy de cantos de pájaros y de la naturaleza), “samay””samay”… “Jay-yaya”. Bueno esto es un poco, me gusta hacerlo de esta manera para que, no es una cuestión de espectáculo, sino más bien de introducir en el tema que quiero, porque lo que yo hago no surge de la nada, surge de la continuación de una palabra de los abuelos, de alguna manera yo soy producto de ese caminar de los abuelos, simplemente soy un “chaski”, un mensajero, nosotros decimos un “Chaka”, un puente entre mi gente y este espacio que hoy día tenemos, esta sociedad que hoy día caminan por este universo, entonces nuestros cantos, que nosotros preferimos llamar cantos que surgen del oral somos decimos somos gente Oralitores, que combinamos lo oral con la escritura.
En ese puente entre lo oral y la escritura vienen las voces Sagrada de nuestros mayores, que van buscando como logran también posicionarse en este espacio hoy día, en este espacio que querámoslo o no, conflictivo, con dificultades pero tenemos que enfrentarlo. Entones me gusta cómo llevarlos a ese Universo de sonidos, cantos, de pájaros, de Voces para que también ustedes escuchen, de dónde viene nuestra palabra. Porque aquí hay palabra de ese hilo de la memoria pero también creación que estamos haciendo hoy día algunos hermanos. Estamos tratando de no pasar el mito tal cual, porque eso ya es una función que debe permanecer en nuestras comunidades y de compartirse de idéntica manera, pero estamos recreando otras cosas, estamos tratando de recrear y crear nuevas cosas, para poder en ese puente tratar de entendernos; ¿cuáles son nuestros sueños, nuestras penas, nuestras alegrías, nuestros conflictos? pero también ¿Cuáles son nuestras esperanzas junto a ustedes, junto a los diferentes Chaskis que caminan nuestras comunidades?
Voy a comenzar con un poema, voy a tratar de leerles a ver si me alcanza el tiempo aunque sea tres poemas; uno que tiene que ver con algo que han hablado aquí los Machis, nuestros amigos, que tiene que ver con la memoria, después leeré con algo que tiene que ver con nuestras luchas y la esperanza en este universo, quiero que escuchen un poco como suena nuestra lengua el “Runasimi” Quechua.
Kawsay (vivir)Tiene vida nuevamente
el pajonal untado
de mis sueños
Tiene vida nuevamente
el pájaro gorrión
desterrado de su nido
Tienen vida nuevamente
las dulces palabras
de noche florecida
Tiene vida nuevamente
la duda del hermano.
Algún día
hablaré (diré)
no estoy solo entre nosotros
estoy aquí a la vista
buscando en el pajonal,
buscando en los cantos del pájaro gorrión
desnudando dulces palabras / en la noche
despertando al desmemoriado
floreciendo,
floreciendo,
floreciendo…
De esta manera cantaban los más antiguos abuelos porque ustedes saben que nuestro mundo ha sido canto ha sido siempre transmisión de boca a Boca, al lado del fuego, en la chayga, en la maloca, masticando nuestra sagrada hoja de Coca, viajando a través de la ayahuasca, curando con el tabaco y a través de todo ese mundo de lo mágico; danzar al lado del fuego, escuchar lo que nos dicen los pájaros y los hermanos de la “pacha mama” de ahí, vamos narrando nuestras cosas, pero también hay hechos
que nuestros abuelos nos han dicho y hay necesidad de segir diciendo como por ejemplo:
Yakucunamanta (De los ríos)
Sucay jahuapi yakuk mucmikuk
Suttin-rimay huauk:
«paylla yakucuna atipay upallalla rimay
Hayk´a yupayuyay…».
Pi-maypas suttin-rimay acumanta animasachachaymanta
«yuyaycuna ancha mica Ima yakucuna acllay upallay…».
Navegando sobre un río silencioso
dijo un hermano:
«Si los ríos pudieran hablar,
cuánta historia contarían…».
Y alguien habló desde lo profundo de esa selva misteriosa:
«La historia es tan miserable
que los ríos prefieren callar…».
Este canto tiene que ver mucho con nuestras luchas, con hombres y mujeres que han trazado unos caminos que son muy importante no solamente para nuestra historia indígena sino para la construcción de país para construcción de nación, hombres como Manuel Quintín lame, kuantama, y en mi gente el cacique inca de Salazar, el cacique Cacaoña, el cacique Pancitará, hombres y mujeres en todos nuestros pueblos originarios, que han dado mucho de su caminar, de su sangre, para hacer que nuestras memorias sigan siendo memorias vivas, que sigan permaneciendo en el corazón del universo, y esto que leo a acada tiene mucho que ver con lo que los abuelos nos han dicho: ¡esto tienen que decir! ¡Esto tienen que contarlo!
Hapttay pachamanta (Puñado de tierra)
Ñukapi chaskichiy hapttayshuk pachamanta chaypipak causay
Caycca pachak´uikamanta ñukapiñiy:
Chaypi llank´ay, chaypi camay cjullu-huahua,
chaypi cjamuy qan muchhascca sara
Chaypacha pallacuy hapttay chay pachamanta
quinchaykuna rumimanta mana yakuimapak
ñukapimuyuy
huaccaychay ppuyñu maki ñukamanta, kcoñichiykuna
huaylluyñukamanta callarinari llank’ayman…
Punchau-punchau takipayman chayta hapttay pachamanta
chaypacha hamuy añankukuna, chillikpay, pisccotutapay
amarucuna ichupampak
munaypay yanapana hapttay chay pachamanta.
Quechuk quinchapay hucnin-cace ñoqaccoy kquitichayaqqe
Ñoka quepapuy yapamanta runalla
ppuyñu makihuan chusak
ñoka huiskcay makikuna, ruraypuyñukuna sinchicay maccanacuy
ima chay huc ñukanchi qquechuk.
Me entregaron un puñado de tierra para que ahí viviera.
«Toma, lombriz de tierra», me dijeron,
«Ahí cultivarás, ahí criarás a tus hijos,
Ahí masticarás tu bendito maíz».
Entonces tomé ese puñado de tierra,
lo cerqué de piedras para que el agua
no me lo desvaneciera,
lo guardé en el cuenco de mi mano, lo calenté,
lo acaricie y empecé a labrarlo…
Todos los días le cantaba a ese puñado de tierra;
entonces vino la hormiga, el grillo, el pájaro de la noche,
la serpiente de los pajonales,
y ellos quisieron servirse de ese puñado de tierra.
Quité el cerco y a cada uno le di su parte.
Me quedé nuevamente solo
con el cuenco de mi mano vacío;
cerré entonces la mano, la hice puño y decidí pelear
por aquello que otros nos arrebataron.
Y para terminar un poco sobre lo que es en nuestros sueños y esperanzas en este universo. Nosotros somos y siempre hemos sido durante muchas época, durante la de la conquista después de la Colonia, la república, y lo que es hoy día, siempre hemos sido gente de sueños, de esperanzas, no nos damos nunca por vencidos a pesar de las dificultades nuestro mismo mundo Yanakuna cuando hablamos de nuestro mito de origen, habla de que nosotros surgimos de la oscuridad, cuando el pensamiento se fue calentando dicen los abuelos, cuando el pensamiento se fue calentando se fue conectando con el “inti” que es el sol y a través de “inti” surgió el “k'uychi” que es el arcoíris, y ese pensamiento fue dando origen a una relación entre el “k'uychi” y una mujer llamada “tapucu” fuimos surgiendo los yanakunas, fuimos surgiendo de la oscuridad pero somos luz, cada uno, somos luz, para tejer esperanza y tejer nuevos universos entonces esto que voy a leer es lo que quieren nuestros abuelos:
Paykan cutanapaykuna quilluzarapay rumijahuapi
nukanchistaquinakay quenawanihuan tinyacunari tarukamanta
nukasinaiku shinkayanaiku manapacha
nukachana intita rinaima urkupaypi;
Nukasinaiku nukatusuikuni quenacunawan maquicunapura
nukawan haku cahuirinahuan pachaukupimanta
pupumaypi inlli cayanaima apanainukari
yuyaycunaman
pachayta Maipú nukausana huañushkuni
nukachaskinak ay cushiwan:
«¡Nukanupiana!» niy taita Manuel «causaimari sarapay».
«¡Nukanupiana!» niy mama Rosario «causaimari pachapay ima nukarupay».
Shuyanan tusuykay jahuapi huachuncuna
nukasinaiku takinakayri huañushkuwan
quenaswan machanchinan llaquincuna
antuchiwan mishkichinam tutacuna
«¡nukanupiana llakimana! caparipay
«ima nukancharinan causay pachaikay»
Mientras ellas muelen el maíz amarillo sobre la piedra
nosotros cantamos con flautas y tambores de venado
reímos y nos embriagamos sin prisa
despedimos al sol que huye entre las montañas.
Reímos y danzamos con flautas entre las manos
nos vamos metiendo hacia el fondo de la tierra,
por ese ombligo tibio que arrastra y nos lleva
a la memoria
a ese espacio donde habitan nuestros muertos,
que nos reciben con alegría:
«¡Bebamos!», dice taita Manuel, «y que viva el maíz».
«¡Bebamos!», dice mama Rosario, «y que viva la tierrita que nos calienta».
Y mientras danzamos sobre los surcos,
reímos y cantamos con nuestros muertos,
con flautas ahuyentamos las penas
y con chicha endulzamos las noches.
«¡Bebamos sin pena!», gritan, «que aún tenemos vida en esta tierra».
Buenos es un poco de lo que estamos tratando de poner en escena, digamos para hacer ese chaca, ese puente entre lo que son nuestro mundo oral, lo que los abuelos han vivido, han percibido, han sentido, han dejado y lo que nosotros hoy somos en este tiempo moderno entre comillas es un tiempo que nos depara también muchas dificultades. Nuestro aporte que miremos los pueblos originarios como pueblos de creación, no la mirada florcorista, porque tenemos muchas cosas al interior de nuestros pueblos originarios pero también tenemos las dificultades propias que ha ocasionado la violencia, y la colonización, entonces hoy tenemos qué pensar un poco de qué manera hacemos que perviva la palabra pero que también vuele y pueda tocar otros corazones, porque nosotros tampoco solos salvamos el mundo, somos una luz, entre muchas luces, yo me siento muy contento aquí con los Machis, saber que como ellos están llevando palabra yendo a ese viaje a la memoria trayendo, haciendo ese chaca, ese puente entre la Tierra y el cosmos, así como yo conozco muchos jóvenes que están en diferentes comunidades, porque yo creo que es lo que nos toca, siento, no es una cuestión de aquí ponerlo como una sentencia, sino como una sugerencia, tenemos que caminar el territorio, tenemos que caminar nuestros territorios porque nos han enseñado el miedo y el miedo es una de las cosas que tenemos que vencer y la palabra lo único que quiere; es que precisamente en los corazones entre de la esperanza.
Entonces de eso se trata un poco este tipo de poesía, llamémoslo poesía, nosotros preferimos decir Oralitura, esto es lo que hemos hecho, hay dos textos, que los pueden encontrar en algunos lugares, este texto fue publicado por el Ministerio de cultura en la hace 4 años, lo encuentran en la bibliotecas “Samay pisccok pponccopi muschcoypa - Espíritu de pájaro en pozos del ensueño”. Y este es un texto de la editorial alternativa se llama “El colibrí de la noche desnuda” también algunos nativos lo llevan y lo pueden encontrar o si no pues me escriben y se los mandamos, la idea es que se conozca digamos. A diferencia de las producciones editoriales que buscan pues el mercado y nosotros tenemos que búscanos la comida por otro lado, pero la poesía tiene que hacerse conocer, la palabra tiene que hacerse conocer, entonces ahorita estamos tratando de juntarnos con otros hermanos de pueblos originarios e ir haciendo conocer más de esta palabra
Lograr publicar en Colombia no es fácil, y ustedes como profesionales como intelectuales no es fácil. pero la diferencia es que esto una recreación individual podría decirse pero qué parte de una raíz colectiva, aquí está la voz de los mayores, aquí está la voz de nuestra gente y ya ahora no es solamente Yanakuna, esto puede yo digo, yo me siento tan Nasa como cualquier hermano Nasa, tan Inga, tan Kogui, tan Muisca, me siento tan igual porque cantamos desde el saber de la “pacha mama” de la madre tierra y cantamos para que eso que cada cual está en su tierra haciendo florecer, pues siga floreciendo, y también importante que en Colombia en América hagamos posible esa América profunda, no esa American tan eurocéntrica que busca hacia Europa y Norteamérica, sino que busca en lo más profundo de sus raíces latinoamericanas y que están de alguna manera todavía en la fuerza nuestros pueblos originarios y que pueden aportar para una construcción de nación, de país, de ciudad y que yo creo que usted lo tiene muy claro. Muchas gracias.
Intervención del Profesor Edmon Castell: Muchas gracias Fredy, los cantos que nos has cantado la exposición que nos ha contado Carlos, la tradición oral que nos ha expresado Andrea y Cesar, yo creo que nos hace pensar en nuestros pies, en últimas, pues escuchando a Fredy me vino a la mente el verbo caminar, y creo que fue uno de los que más repitió, y caminar pues hace ilusión a esa extremidades en fin a nuestros pies, a lo mejor la cultura es como nuestros pies, si nos ponemos a pensar aprovechando que ahora estamos sentados, son pequeños pedazos del espacio los que tenemos cada uno de nosotros, pero son pequeños pedazos del espacio que al caminar nos articulan con el mundo. Yo creo que es parte del rol de la sesión de hoy, la importancia que tiene la cultura, el patrimonio cultural, de la investigación sobre la tradición oral, es algo que queríamos pues reflexionar y mostrar en el transcurso de la sesión de hoy.
Pues obviando algunas de las preguntas que queremos plantear desde esta mesa, nos parece más importante pues que se trasmitan y se respondan algunas de las preguntas que nos están planteando desde el auditorio, dentro de ese marco general que el mundo del patrimonio cultural, de la cultura, se puede concebir, se puede desarrollar como un espacio de convivencia, como método de trabajo con la comunidad, como un dispositivo que es lo que estamos tratando de destacar. ¡Oye! como un dispositivo de intercambio de saberes, un potente dispositivo de intercambio de saberes; hay dos personas que nos preguntan lo planteó acá en la mesa; es en primer lugar ¿porque la Pupuña, el chontaduro, teniendo en cuenta la gran diversidad que existe en Amazonía fue escogido? ¿porque seleccionaron ese fruto dentro de la amplia diversidad que existe pues en este territorio del Amazonas? ¿Por qué lo seleccionaron y porque consideraron que un objeto digno de una investigación? La segunda pregunta más orientada para las personas de la corporación tapioca, en el cómic que nos mostraron se ve una cierta repetición de un patrón occidental respecto lo que son sus rostros que aparentemente no tienen que ver con rostros indígenas ¿es así? y en ese sentido si desde la corporación se plantearon algunas reflexiones respecto a esta ilustración gráfica.
Intervención del Carlos Rojas: Bueno ¿Por qué la Pupuña?, el método de la exposición fue complejo pero la idea ya estaba, la idea la genero la corporación tapioca sobre todo ese universo que tenía un fruto tan pequeño, tan pequeño en tamaño, cierto, pero digamos que eso nos dio la oportunidad museográficamente hablando, de que todo gira en torno a un solo punto, es decir, sí generamos reflexiones sobre 10 frutos, de lo que íbamos a tener un crisol de posibilidades que probablemente la gente no va a entender. La museología y el discurso museográfico, apunta que lo importante es el público, cierto, lo importante es lo que se le transmite a esa persona y esa persona como va a llevarse algo de esa exposición no es tan poco el impulso de simplificar si no generar un punto fuerte y una reflexión a partir de algo que para nosotros, pese a que convive con nosotros, es ajeno, lo que les decía, el bogotano tiene cierta relación con el chontaduro, cierto, el bogotano lo conoce en una cultura popular urbana, y sabe que es, pero no entiende todo el universo que de fruto encierra de alguna manera.
Dentro de los proyectos que intentamos después generar para hacer proyectos museográficos, en algún momento decíamos la empanada, también tiene una cantidad de cosas detrás y también habla con la individualidad propia, con la subjetividad Bogotanas. El fruto de la Pupuña nos da una posibilidad inmensa museográficamente hablando solamente ese fruto, si nos íbamos por cada uno de los frutos de la universidad amazónica, de cada fruto podrían generarse otra exposición y aparte creo que eso era lo que también se apuntaba un poco la dirección de museos mientras existió y era generar un ciclo de exposiciones que se basará en esos saberes, como de cosas pequeñas se generan un saber mucho más profundo, y como ese saber se expresa en un proyecto museográfico. Por así decirlo para explicar finalmente la idea nos cayó de perlas, era perfecta para hacer una exposición y para generar un mensaje, que se comunicará de una manera compleja pero que terminara comunicando algo que era el fin último de toda exposición.
Intervención de Cesar Ernesto Agudelo: Digamos respondiendo un poco más a esta pregunta de ¿por qué la Pupuña?, digamos desde la corporación tapioca, Andrea dio algunas puntaditas al respecto, y es ese, atractivo primero del fruto y de la chicha, es que es impresionante, alguno de ustedes lo conocen porque por las calles bogotanas creo que se vende, pues por lo menos el fruto, pero esa chicha es jugo, es bellísimo, ese color es impresionante y más allá de la bebida, está como lo que sucede alrededor de compartir esa bebida, en el sitio este que Andrea mencionaba San Victorino, que curiosamente se repite no solamente un Mitú sino también hay otro San Victorino en Taraira; que es otro municipio de Vaupés. Entonces ahí cuando hay cosechar es como una fiesta, todos los días venden chicha, pero chicha yuca, chichas de otras frutas pero cuando es la Pupuña eso es una fiesta es impresionante, sacan tinas y tinas de chicha; así es de color anaranjado espectacular y la comparten en las totumas, en las cuñas, y hablan de lo que sucede en du diario vivir, lo que sucedió en la chagra, de cómo está la situación actual de Mitú, está la misma Pupuña y todo lo que sucede alrededor de la Pupuña. Y más allá de esto pues después de que pasa como esa barrera como actual de las circunstancias actuales, y se sumerge ya en estas historias tan espectaculares de los Kubeos, de los tatuyos, de los Makunas, es impresionan are, a mí personalmente eso me hace volar la imaginación y me activa como muchas ideas, entonces así como está el tabaco, está la coca, están diversidad de plantas y frutos, está la Pupuña es bien importante también bien importante.
Y respondiendo a la siguiente pregunta a lo del comic, claro eso lo sabemos, es que eso es como un síntoma, ese dibujo que vieron hay en el comic, es un síntoma de lo que está pasando por lo menos en Mitú, en el casco urbano de Mitú, o sea los chicos se acercan a que, al manga a los juegos de video, y estos dibujos, estos elementos audiovisuales, a los que se acercan tienen esos patrones que ustedes vieron ahí. Nosotros hemos venido trabajando desde hace como 3-4 años realizando periódicamente talleres de dibujo y lo que quisiéramos y lo que se busca es como un dibujo propio, un dibujo particular que no sea exactamente como el dibujo “ancestral”, sino que sea una mediación entre los chicos indígenas conocen actualmente; el manga y todas otras series de cánones de dibujo y esos mitos, allí se puede generar una cosa bien particular, bien propia, eso es lo que hemos estado buscado, pero pelear con estos cancones occidental, bueno estos ni siquiera son accidentales son orientales de Japón y estos sitios y estos países, es dificilísimo, el bombardeo que tienen ellos todo el tiempo, de los juegos de videos, de la televisión es impresionante y eso es digamos como el canon que se graban en sus cabezas y así empiezan a dibujar. Pero ese es nuestro proceso del dibujo, es el proceso que estamos llevando con los chicos y ahí se puede lograr como juntar como esas tradiciones de los abuelos y esos gustos digamos actuales de los chicos indígenas.
Ahora la otra cosa que sucedió en ese comic, es que están los dibujos de los diferentes chicos, por eso la grafía es diferente, lo que une finalmente es el relato, pero el mismo Kubay en diferentes viñetas del comic es diferente, porque lo hicieron varios chicos, entonces eso también nos interesaba como mostrar en el comic, esto tiene una introducción y explica como eso y hacen parte de otras historias, pero por el tema de hoy de la Pupuña traemos solamente esta
Intervención del Profesor Edmon Castell: Tenemos una última pregunta que tiene que ver con una de las dimensiones de la cultura, una dimensión implícita, aunque en esta sesión de hoy, yo creo que se ha hecho evidente ¿Qué es la lengua(s)?, la importancia que tienen las lenguas para mediar con el mundo, para ejercer, como esos pies que comentaba anteriormente, en ese sentido una pregunta dirigida a Freddy; ¿con todo respeto conoce si en su lengua o en alguna otra lengua indígena existen palabras como asesinar, envidia, odio etc.?
Intervención de Fredy Chikangana: En nuestra lengua “Runasimi”, la palabra más conocida, no específicamente asesinar pero hay un tipo de saludo creo que hoy día ya se hizo a nivel universal fue aceptado para que lo tome no solamente los indígenas, sino a nivel universal, que es el “ama quella ama sua ama llulla”, no seas mentiroso, no seas ladrón, no seas perezoso, era una forma de saludo que había entre los antiguos. Cuando alguien se encontraba con el otro, entonces le recordaba para que estaba el presente en el mundo, entonces le decía “ama quella ama sua ama llulla” y el otro le contestaba “ama quella ama sua ama llulla”, ese era un tipo de saludo. Por lo demás hay palabras que hoy en dia se están también conociendo pero no específicamente, la palabra que más se retorna digámoslo a lo armónico; es la palabra que les está explicando que es “samay”, “samay” es lo armónico; es la búsqueda de llegar al Samay. Y la otra palabra es “sumak kawsay” que es el buen vivir, el lograr ir a una vida plena sin necesidad de acumular, como lo muestra estas sociedades, sino como lograr un cierto estado de vida plena con lo esencial.
Intervención del Profesor Edmon Castell: Muchas Gracias Fredy, no sé si habrá una última pregunta por parte del Auditorio, pero si creó desde mi punto de vista, que emito como moderador la importancia que tienen las lenguas en el mundo, todas, cualquier lengua, de hecho yo también soy exponente de una lengua minoritaria, mi lengua en la que me forme y en la crecí es la lengua catalana. Y en muchas ocasiones siempre me preguntan, y ustedes que son tan pocos porque se empecinan en seguir hablando esa lengua, si ya conocen otras más universales como el Castellano o español, yo creo que la respuesta es muy sencilla cuando nos dicen por que se obstinan en hablar esas lenguas que habla poca gente, y son lenguas que van a morir, pues precisamente esa es la respuesta, nos dan en la clave, precisamente porque van a morir, es más importante hablar esas lenguas, yo creo que acá existe una responsabilidad muy grande por parte de las personas que trabajábamos en patrimonio cultural, en cultura, en museos, en garantizar esa diversidad, precisamente en la garantía de esa diversidad de esas las culturas, de esos saberes, que aparentemente van a desaparecer, está la garantía de la convivencia en nuestra sociedades, en nuestro futuro.
Yo creo que sería una de las conclusiones a las que podríamos llegar de este panel de hoy “Arte y plantas sagradas”, entonces si no tiene ninguna otra pregunta. Muchas gracias por acompañarnos. Me están pidiendo que en el marco de los acontecimientos que tuvieron lugar hace aproximadamente menos de 24 horas, que si por la Cátedra por la paz podríamos dedicar un minuto de silencio por las personas que murieron en Paris, pero pues yo no solamente pediría por las que murieron en Paris, sino a las que mueren todos los días en distintos espacios geográficos, en este planeta que nos une y nos convoca, por todas esas personas, por todos, le dedicamos un minuto de silencio por favor…. Muchas gracias.